martes, 25 de agosto de 2009

¿Qué necesitas para triunfar?


Deuteronomio 31:8

Y Jehová va delante de ti; Él estará contigo, no te dejará,
Ni te desamparará; no temas ni te intimides.

Hoy quiero hablarle directamente a tu corazón y a tu mente. ¿Por qué no vemos más allá de nuestros ojos terrenales? ¿Por qué vivimos derrotados? ¿Por qué nuestros sueños son tronchados? Si la palabra de Dios es fiel y verdadera y sus promesas son decretos reales de nuestro Rey y Señor. Agárrate de la Palabra de Dios, Jehová va delante de ti, Él está contigo y no te dejará nunca.

Desde niños nos preguntaban ¿Qué vas a ser cuando seas grande? La respuesta fluía naturalmente, doctor, maestro, policía, lo que nos naciera del corazón. Fuimos creciendo y con los años los sueños fueron cambiando de color. Permitimos que las circunstancias o situaciones de la vida nos troncharan los sueños y poco a poco se fue el deseo de soñar, con ellos se fue la ilusión de un mejor mañana.

Las situaciones difíciles o problemas troncharon todo aquello que para nosotros alguna vez fue importante. Nos dejamos llevar y cuando abrimos los ojos nos hicimos viejos y seguimos sin permitir que nuestros sueños dejen de serlo para ser una linda realidad. ¡Basta Ya!

El enemigo utiliza armas que para todos son conocidas, ¡cuidado! Armas como los son el miedo, la angustia y desesperación nos destruyen. Cada una de estas armas atacan tu mente y tu corazón paralizando tus sueños, anhelos y deseos de un futuro mejor. Astuto al fin, el enemigo busca quitarnos el deseo de vivir y de triunfar en la vida. Oye, ¡despierta Dios está a tu lado! Deposita todos tus miedos en las manos del Señor. No permitas que a través de las situaciones difíciles de la vida, la angustia y la desesperación paralicen tu vida y afecten tus decisiones. Pon tu confianza en Jehová, declara victoria en tu vida y ora buscando siempre la perfecta voluntad de Dios. Comienza a moverte en fe y verás como la bendición de Dios empieza a moverse en ti.

Permite que Dios renueve tu mente, hay que borrar todo aquello que nos separa de Dios y que no nos permite crecer espiritual, física o mentalmente. Comienza por cambiar tu mente negativa por una mente positiva. En medio del problema siempre debes estar atento a la voz de Dios. No te desenfoques Dios obrará milagrosamente para que tu problema se disuelva ante tus propios ojos. Recuerda, el diablo trabaja en la mente ociosa, nunca piensen negativamente, ni dejes divagar tu mente. Lo próximo que debes hacer es entrenarte diariamente, como quien se entrena para la carrera de su vida, lee libros que te edifiquen, trabaja sirviendo en la Casa, lee y estudia la Palabra de Dios, saca tiempo para intimar con Dios a través de la oración y la alabanza, busca alcanzar tus metas y vive sirviendo a Dios.

¡Es el tiempo de la bendición! ¡Es el tiempo de tu bendición, búscala y alcánzala! Es hora ya de dejar de lamentarnos por lo que no pasó. Es momento de andar con el Señor, por el Señor y para el Señor. El trabajo es mucho y los obrero son pocos. Atrévete, lánzate y trabaja para el Reino. Si sigues a Dios, si sigues sus mandamientos, si trabajas sirviendo a la Casa en la que Dios te ha puesto verás como todo cambiará, tus sueños los podrás alcanzar, volverás a ver que la vida tiene sentido y sentirás la paz y la presencia de Dios. Sentir la presencia de Dios en ti es la experiencia más hermosa que vivirás, sentirás como día a día te acaricia, te mima y te ama. Jehová va delante de ti; Él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides. ¿Qué necesitas para triunfar? Creer con todo tu corazón que ya Dios perdonó tus pecados, que el Gran Yo Soy va delante de ti, que no te dejará nunca y que te respaldará en todo. ¡Lindo día y bendiciones!

Débora E. Portalatín ©

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