sábado, 29 de agosto de 2009

Cerca de Ti

Cerca de Ti

Salmos 84 (Reina-Valera 1960)
1! Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos! 2 Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová; Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo. 3 Aun el gorrión halla casa, Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos, Cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos, Rey mío, y Dios mío.4 Bienaventurados los que habitan en tu casa; Perpetuamente te alabarán. Selah 5 Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, En cuyo corazón están tus caminos. 6 Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente, Cuando la lluvia llena los estanques. 7 Irán de poder en poder; Verán a Dios en Sion.8 Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración; Escucha, oh Dios de Jacob. Selah 9 Mira, oh Dios, escudo nuestro, Y pon los ojos en el rostro de tu ungido.10 Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, Que habitar en las moradas de maldad. 11 Porque sol y escudo es Jehová Dios; Gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad. 12 Jehová de los ejércitos, Dichoso el hombre que en ti confía.

Qué hermoso y reconfortante es tener la seguridad de que nuestro Dios nos escucha y nos sostiene en todo tiempo. Anhelar estar alto, muy alto cerca de nuestro Dios, así como las aves tienen sus nidos cerca de él, allá en sus alturas debemos desear estar.

Este salmo es una oración de anhelo por disfrutar de la presencia de Dios y su cobertura. ¿En dónde más si no en su Casa, en sus Atrios, podríamos encontrar la fuerza y la paz que tanto anhelamos? Cuando buscamos Su presencia y ponemos en Él nuestras fuerzas somos bienaventurados, somos bendecidos y cuando tengamos que atravesar los problemas y circunstancias negativas, Él será nuestro sostén y nuestra fuente de vida.

Este salmo declara que es mejor estar un día en sus atrios que mil fuera de ellos; esto significa que es mejor disfrutar de Su fortaleza y cobertura que andar sin rumbo y sin esperanza. El hombre que confía en Jehová, en el Gran Yo Soy, halla dicha, halla gozo y halla paz. ¡Jehová de los ejércitos, dichoso el hombre que en ti confía!

Te invito a que hagas de este salmo una oración y que anheles día a día estar en sus atrios lleno de Su presencia. Dios te bendice.

Enid Damaris Zamora ©

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