martes, 4 de agosto de 2009

Llamados a la Santidad


1 Pedro 1:13-16 (Nueva Versión Internacional)

13 Por eso, dispónganse para actuar con inteligencia; tengan dominio propio; pongan su esperanza completamente en la gracia que se les dará cuando se revele Jesucristo.14 Como hijos obedientes, no se amolden a los malos deseos que tenían antes, cuando vivían en la ignorancia.15 Más bien, sean ustedes santos en todo lo que hagan, como también es santo quien los llamó;16 pues está escrito: «Sean santos, porque yo soy santo.»


Una vez venimos a los pies de Jesús, arrepentidos de nuestros pecados y de nuestra pasada manera de vivir comienza un nuevo proceso. Un proceso en donde el mundo debe de ver ese encuentro real y verdadero que tuvimos con nuestro Señor Jesucristo. Pedro en este pasaje nos alienta a dejar atrás todo lo que no agrada a Dios y a tener dominio propio ante las dificultades y tentaciones. Pedro nos anima a mantenernos perseverantes hasta el día que Jesucristo regrese por su iglesia.


El Señor a través de este pasaje nos hace un llamado a la obediencia, a renovar nuestro espíritu de tal forma que seamos fuertes ante la tentación de fijar nuestra mirada a nuestra antigua manera de vivir cuando no conocíamos acerca de la verdad, de la vida nueva en Cristo Jesús. Se nos pide que seamos santos, que andemos en rectitud, que seamos ejemplo de la transformación que Cristo ha hecho en nuestras vidas, velando nuestra conducta en todo momento. El Señor nos hace un llamado a la santidad: "sed santos porque yo soy santo." Esto no significa que vamos a andar con una bata blanca y una areola sobre nuestra cabeza, lo que significa es que andemos en su verdad, guiados por su Palabra,en obediencia y que seamos luz en medio de las tinieblas.


Como hijos de Dios nuestro deber es cumplir con su Palabra y sus ordenanzas. La Palabra de Dios es una guía perfecta de cómo debemos de vivir una vida plena y agradable a Dios y es junto a la oración la herramienta perfecta para poder alcanzar la santidad. Si aún no has conocido lo que es el amor de Cristo, su perdón y redención, te invito a que pruebes y experimentes la satisfacción más grande que jamás podrás experimentar. Cristo nos renueva, nos perdona, nos limpia y nos ama y aún al más vil pecador recibe con los brazos abiertos.


El primer paso hacia la santidad es reconocer que Jesús es nuestro salvador y recibir el hermoso regalo que nos dejó; su Espíritu Santo, quien será el que te ayude a llevar a cabo el proceso y llegar a alcanzar la santidad en Cristo Jesús. No es imposible. Jesús es vida, agua que purifica, transforma y redime. Dios les bendice.


Enid Damaris Zamora ©

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