1 JUAN 4:18
"En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor."
Por años las personas han tratado de definir la palabra amor. Sentimiento que ha sido inspiración para canciones, reflexiones y alabanzas. El hombre busca el amor en todo momento y todo lugar.
A través de la Biblia se puede observar como desde el Génesis el amor de Dios es evidente. En 1 Juan 3:11 dice “Éste es el mensaje que han oído desde el principio, que nos amemos unos a los otros”. Por ser un amor tan genuino y perfecto Dios ofreció a su Hijo Jesucristo en sacrificio para dar a todos la vida eterna.
¡Perfecto Amor! La gente lo busca desesperadamente, sin percatarse que está al alcance de una oración y del servicio. Orar aceptando a Dios como Salvador y Señor de nuestras vidas y sirviendo en la obra del Altísimo y a nuestros hermanos.
Juan, discípulo de Jesús y uno de los más allegados a nuestro Señor, fue quien escribió las siguientes palabras: “El perfecto amor echa fuera el temor”. El temor nos paraliza, nos impide caminar y nos esclaviza. ¿Cómo podemos caminar en el perfecto amor si nos sentimos paralizados por el temor? ¿Cómo podemos servir si sentimos temor? No se puede caminar, no se puede servir y para nada se puede vivir una vida plena en Cristo Jesús si vivimos atemorizados por temor a fallar y a ser castigados.
Dios, el perfecto amor, nos da la confianza de vivir sin temor. A través de su amor encontramos que podemos vivir sin miedos o temores, porque el nos liberta de todo aquello que nos esclaviza. La fuerza que ejerce el amor de Dios en nuestras vidas nos capacita para tener dominio propio en medio de las circunstancias difíciles que la vida nos pueda presentar. Así que entendamos que el amor de Dios por ser verdadero, nos capacita para vivir una vida plena con momentos felices y momentos tristes, con circunstancias agradables y desagradable pero con la confianza de que en quien hemos creído y confiado nos ha dado la hermosa promesa de la Vida Eterna. Vivamos sin temores, tenemos el poder y la libertad que solo nos da el Perfecto Amor de Dios ¡Grande es Dios!
Hoy, tomemos la decisión de perfeccionarnos en el amor de Dios, de vivir sin temores para que podamos esparcir la semilla del evangelio, para servir a nuestros hermanos y para vivir sin miedos. ¡El perfecto amor de Dios echa fuera el temor! ¡Confiemos en Él! ¡Vivamos en la plenitud de su perfecto amor y su eterna misericordia!
Bendecidos,
Débora E. Portalatín Rosario
"En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor."
Por años las personas han tratado de definir la palabra amor. Sentimiento que ha sido inspiración para canciones, reflexiones y alabanzas. El hombre busca el amor en todo momento y todo lugar.
A través de la Biblia se puede observar como desde el Génesis el amor de Dios es evidente. En 1 Juan 3:11 dice “Éste es el mensaje que han oído desde el principio, que nos amemos unos a los otros”. Por ser un amor tan genuino y perfecto Dios ofreció a su Hijo Jesucristo en sacrificio para dar a todos la vida eterna.
¡Perfecto Amor! La gente lo busca desesperadamente, sin percatarse que está al alcance de una oración y del servicio. Orar aceptando a Dios como Salvador y Señor de nuestras vidas y sirviendo en la obra del Altísimo y a nuestros hermanos.
Juan, discípulo de Jesús y uno de los más allegados a nuestro Señor, fue quien escribió las siguientes palabras: “El perfecto amor echa fuera el temor”. El temor nos paraliza, nos impide caminar y nos esclaviza. ¿Cómo podemos caminar en el perfecto amor si nos sentimos paralizados por el temor? ¿Cómo podemos servir si sentimos temor? No se puede caminar, no se puede servir y para nada se puede vivir una vida plena en Cristo Jesús si vivimos atemorizados por temor a fallar y a ser castigados.
Dios, el perfecto amor, nos da la confianza de vivir sin temor. A través de su amor encontramos que podemos vivir sin miedos o temores, porque el nos liberta de todo aquello que nos esclaviza. La fuerza que ejerce el amor de Dios en nuestras vidas nos capacita para tener dominio propio en medio de las circunstancias difíciles que la vida nos pueda presentar. Así que entendamos que el amor de Dios por ser verdadero, nos capacita para vivir una vida plena con momentos felices y momentos tristes, con circunstancias agradables y desagradable pero con la confianza de que en quien hemos creído y confiado nos ha dado la hermosa promesa de la Vida Eterna. Vivamos sin temores, tenemos el poder y la libertad que solo nos da el Perfecto Amor de Dios ¡Grande es Dios!
Hoy, tomemos la decisión de perfeccionarnos en el amor de Dios, de vivir sin temores para que podamos esparcir la semilla del evangelio, para servir a nuestros hermanos y para vivir sin miedos. ¡El perfecto amor de Dios echa fuera el temor! ¡Confiemos en Él! ¡Vivamos en la plenitud de su perfecto amor y su eterna misericordia!
Bendecidos,
Débora E. Portalatín Rosario
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