jueves, 13 de agosto de 2009

En la Unión está la Fuerza


"Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre,
Allí estoy yo en medio de ellos."

Mateo 18:20

Sé que todos alguna vez en la vida hemos utilizado el dicho “en la unión está la fuerza”. En todos los aspectos de la vida este dicho tan famoso puede aplicarse, porque está comprobado que para tener éxito en cualquier empresa, estudios o trabajo es necesario aunar esfuerzos y trabajar en equipo para lograr las metas que nos hemos propuesto. Mucho se ha hablado del trabajo en equipo, de la necesidad de tener la misma visión y objetivos para lograr lo que queremos y hemos escuchado de talleres de capacitación en donde se enfatiza el unirse para lograr el objetivo o visión. Y todo esto es importante y necesario para lograr el éxito y que bien que se puede lograr.

Pero, ¿Qué pasa con la iglesia? ¿Por qué nos empeñamos en divisiones triviales que en nada agradan a Dios? ¿Por qué no nos unimos para hacernos más fuertes? Dios estableció una iglesia, ¡una sola iglesia! Dice la Biblia en el Salmo 133 “¡Mirad cuan bueno y cuan delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía! Dios nos insta en su palabra a vivir todos los hermanos en armonía, somos el pueblo de Dios, llamados a llevar el evangelio a través de todo el mundo, a libertar a los cautivos, a servir.

El hombre a través de la historia ha pautado la forma en que se conduce la iglesia. Por diferentes motivos se han formado denominaciones cristianas y eso está bien, entendiendo que lo que se busca es llevar el evangelio a toda criatura. Sin embargo, es necesario que nos volvamos a Dios. Es imprescindible que entendamos que la Iglesia de Dios es un solo cuerpo, que estamos llamados a esparcir la semilla del evangelio por todo el mundo y que sin importar denominación, lo que vive en todos nosotros es el deseo de servir en la Casa de Dios. Dios nos ha colocado en una iglesia o casa en específico con un propósito, pero es necesario que nos unamos.

Pueblo de Dios cuando nos unimos, nos hacemos más fuertes. La iglesia de Dios tiene que unirse, tiene que vivir en la unidad que sólo da el amor de Dios, amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos y llevar el mensaje de amor que viene del corazón de Dios. En Hebreos 10:24-25, Pablo nos aconseja diciendo: “Y consideremos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.” La Biblia es clara, tenemos que vivir unidos en el amor de Dios, viviendo en la fe y creciendo en servicio.

Hoy voy a pedirle prestadas a mi Pastor unas palabras que ha llevado a la Casa para que entendamos que somos el pueblo de Dios, un solo pueblo.
Palabras del Pastor Néstor Frías:
*Somos Defensores de la Fe – Porque defendemos la fe ante el mundo.
*Somos Testigos de Jehová – Porque testificamos las grandes cosas que Dios ha hecho por nosotros, porque somos testigos del amor de Dios por la humanidad y porque somos testigos de sus milagros.
*Somos Pentecostales – Porque creemos en el día del Pentecostés. Creemos que ese día Dios derramó su Espíritu Santo sobre la iglesia y lo dejó en medio de nosotros como nuestro consolador.
*Somos Bautistas – Porque creemos en el bautismo en las aguas y el bautismo en el Espíritu Santo.
*Somos una Iglesia de Restauración – Porque Dios nos ha llamado a servir a las personas heridas, oprimidas y necesitadas de que Dios restaure sus vidas para vivir en la plenitud del gozo del Señor.

¡Que importante es que entendamos que somos un solo pueblo! Si fuéramos más de un pueblo o iglesia, la Palabra diría somos uno de los pueblos de Dios, pero eso no es lo que dice la Biblia, la palabra dice SOMOS EL PUEBLO DE DIOS. ¡Un solo pueblo!

Pueblo de Dios vamos a unirnos, dejemos a un lado los nombres, las denominaciones y divisiones. Vivamos como dice la Biblia en amor, en unidad y sirviendo a través de nuestra fe. Mateo 18:20 nos dice: Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, Allí estoy yo en medio de ellos. Estas palabras tan sencillas encierran en si un poderoso mensaje, allí donde estén dos o tres en su nombre. Dos o tres congregados en el nombre de Jesús, no en un nombre determinado de denominación, sino en el nombre de Jesús, allí esta en medio de ellos. Cuantas cosas hermosas y tremendas pueden pasar si nos unimos como hermanos, cuantos milagros veríamos si nos unimos, cuanto poder tendría la iglesia en la tierra si nos unimos. Nuestra encomienda es grande y poderosa pero necesitamos unirnos para hacer la diferencia en la tierra en la que vivimos. Iglesia vamos a unirnos para hacernos más fuerte. Somos el pueblo de Dios. ¡Visualízate como parte importante del pueblo de Dios, que honor tan grande! Dios viene a buscar una iglesia unida, un pueblo escogido por Él. ¡Atrévete! ¡En la unión esta la fuerza!
Dios les bendice.


Por: Débora E. Portalatín Rosario ©

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