sábado, 31 de octubre de 2009

Alabanza por la justicia de Dios


Salmos 98 (Reina-Valera 1960)

1 Cantad a Jehová cántico nuevo,
Porque ha hecho maravillas;
Su diestra lo ha salvado, y su santo brazo.

2 Jehová ha hecho notoria su salvación;
A vista de las naciones ha descubierto su justicia.


3 Se ha acordado de su misericordia y de su verdad para con la casa de Israel;
Todos los términos de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios.


4 Cantad alegres a Jehová, toda la tierra;
Levantad la voz, y aplaudid, y cantad salmos.


5 Cantad salmos a Jehová con arpa;
Con arpa y voz de cántico.


6 Aclamad con trompetas y sonidos de bocina,
Delante del rey Jehová.


7 Brame el mar y su plenitud,
El mundo y los que en él habitan;


8 Los ríos batan las manos,
Los montes todos hagan regocijo


9 Delante de Jehová, porque vino a juzgar la tierra.
Juzgará al mundo con justicia,
Y a los pueblos con rectitud.

viernes, 30 de octubre de 2009

¡Gracias!


¡Gracias!
1 Tesalonicenses 5:18
18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.

Hoy quiero dar gracias, gracias a Dios por todo lo que nos rodea. Dice su palabra, que debemos dar gracias a Dios en todo. Nos dice que esa es la voluntad de Dios para nosotros. La mayoría de las veces que atravesamos por el valle de sombra y muerte no lo entendemos, solemos gritar, llorar y sufrir, pero recuerda que sobre todas las cosas debes depositar tus cargas en el Dios de nuestras vidas y luego dar GRACIAS porque todo tiene un propósito. Propósito que seguramente para nosotros no este claro en el momento, pero para Dios quien conoce el propósito esta bien claro y justo al frente de Él. Así que únete a mi y demos gracias a Dios por todo. En los momentos buenos y en los menos buenos debemos dar gracias.
Pero antes, quiero que veas que hay varios pasajes biblicos que nos hablan de ser agradecidos a Dios en todo momento, algunos los son:

• Salmo 107: 4-5 – Te daré gracias ante todos los pueblos, Señor; tocare para ti, ante ti en las naciones: por tu bondad, que es más grande que los cielos; por tu fidelidad, que alcanza a las nubes.
• Efesios 1:16 – No ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones;
• Efesios 5:20 – Dando gracias siempre de todo al Dios y Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo:
• Salmo 86:12-13 – Te daré gracias, Dios mío, de todo corazón, y glorificaré tu nombre eternamente; porque es grande el amor que me tienes y tú me libraste del fondo del abismo.
• Salmo 100:4-5 – Entrad por sus puertas con acción de gracias, y a sus atrios con alabanzas, dadle gracias, bendecid su nombre. Porque el Señor es bueno; para siempre es su misericordia, y su fidelidad por todas las generaciones.
• 2 Corintios 9:15- ¡Gracias a Dios por su don inefable!
• Daniel 2:23 – A ti, OH Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has dado sabiduria y fuerza, y ahora me has revelado lo que te pedimos;

¡Gracias Dios por tu sacrificio en las Cruz del Calvario!
¡Gracias por llevar mis pecados y hacerme libre!
¡Gracias por tu amor, tan dulce, tan sencillo y a la vez tan complejo!
¡Gracias por tu gloria reflejada en mi!
¡Gracias por la vida!
¡Gracias por mis padres, mis hermanos, mi familia!
¡Gracias porque está mañana desperté y pude admirar tu belleza!
¡Gracias por la naturaleza, que habla de las grandezas de tus manos!
¡Gracias por este nuevo día en el que puedo hablar de tu amor y tu presencia en mi!
¡Gracias por las circunstancias o situaciones dificiles, porque se que estas ahí, fortaleciendome en ti y puedo depender totalmente de ti!
¡Gracias porque tengo un día más para adorarte!
¡Gracias porque hoy puedo ver tu creación!
¡Gracias porque hoy puedo escuchar tu voz en el silencio!
¡Gracias porque hoy puede oler las flores del jardín!
¡Gracias porque hoy puedo acariciar a mis padres y decirles cuanto les amo!
¡Gracias porque hoy puedo disfrutar de la comida que diariamente tu me provees!
¡Gracias porque estás junto a mí en todo momento!
¡Gracias por darle vida a mi desierto!
¡Gracias por mis hermanos en la fe, por su amor y por el amor a tu obra en la tierra!
¡Gracias porque puedo servir a mis hermanos!
¡Gracias por mis Padres Espirituales!
¡Gracias por los niños! Cúbrelos con tu amor y llenalos de ti. Rodealos con tu amor y autoridad, que nada ni nadie pueda hacerles daño.
¡Gracias por los jóvenes! Tienen en sus manos la autoridad que tu das para demostrar que son muchos los jóvenes que se han parado firme en ti y quieren un Puerto Rico mejor.
¡Gracias porque hoy puedo simplemente dar gracias! Porque mi corazón se llena de gozo y alegría al pensar en ti en todo momento y entender que tu mi Dios has hecho la diferencia en mi vida. ¡Te amo Dios!
¡Gracias por restaurar mi vida!
¡Gracias porque hoy puedo adorarte, con todo mi corazón, con mi espíritu y con todas mis fuerzas!
¡Gracias Señor porque eres bueno, misericordioso y maravilloso!
¡Gracias por tu fidelidad!
¡Gracias por el milagro que has hecho en mi!
¡Gracias porque me miras con amor!
¡Gracias por tus cuidados diarios!
¡Gracias por la paz que solamente tu puedes dar!
¡Gracias por tu Espíritu Santo!
¡Gracias por tu Poder!
¡Gracias por tus bendiciones diarias!
¡Gracias porque escuchas nuestras oraciones y en tu tiempo son contestadas trayendo paz, felicidad y grandes bendiciones!
¡Gracias porque cuando más triste, confundida y en necesidad estuve, tú Jesús me abrazaste fuerte y me susurraste al oído que todo estaba bien, que la victoria ya me la habías dado en la cruz del calvario!
¡Gracias porque he aprendido a moverme, no en mi espacio, sino en ti mi Dios!
¡Gracias porque aprendí a callar para escuchar tu voz!
¡Gracias Dios porque me has dado salud!
¡Gracias por el toque de tu amor en mi corazón y en mi vida!
¡Gracias por las personas que me rodean!
¡Gracias porque puedo hoy sonreir!
¡Gracias por la lluvia de tu amor!

Existen muchas razones más por las que hoy puedo dar gracias a nuestro Poderoso Rey. No nos cansemos de agradecer a Dios en todo, recuerda esa es su voluntad.
¡Hermoso fin de semana!
¡Recibe ricas y abundantes bendiciones de Dios!
Por: Débora E. Portalatín Rosario

jueves, 29 de octubre de 2009

El Deseo de Dios es que Prosperes

3 Juan 2:2
Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas cosas, y que tengas salud, así como tu alma está en prosperidad.

Malaquías 3:10
Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y vaciaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.

¡Gloria a Dios por su provisión diaria! ¡Gloria a Dios porque nos permite despertar cada mañana para admirar sus obras! ¡Gloria a Dios por nuestras familias y su amor!

A través de diferentes pasajes bíblicos podemos corroborar que el ofrendar y diezmar trae bendición a nuestras vidas. Muchos son los escritos que nos dan testimonio de la importancia de ofrendar, de diezmar y de ayudar a aquellos que lo necesitan. Nos indican claramente que uno de los deberes más importantes del cristiano es precisamente el ayudar a los necesitados, es servir a aquel que lo precisa y es aportar económicamente en la obra de Dios.

¿Por qué? Porque nuestras ofrendas y diezmos son esencialmente para esparcir la semilla del evangelio por el mundo. Porque son para ayudar a aquellas personas que necesitan un plato de comida, un medicamento o una cama para dormir.

Aún con todas las necesidades que hoy día podemos tener, te impresionarías de sólo ver la escasez que hay en otros países del mundo y como hermanos en las misiones dependen exclusivamente de la misericordia y la bondad de Dios para sobrevivir y ayudar en todo a la población en la que sirven. Detente a pensar que ellos teniéndolo todo, lo dejaron para seguir el llamado y el propósito de Dios para sus vidas, entonces es importante que tu y yo como siervos del Altísimo aportemos en sus finanzas y que al igual que nosotros, ellos puedan ser prosperados.

Fíjate que el primer versículo de la Biblia que hoy utilizamos nos dice que Dios quiere que seamos prosperados en todo. Salud, economía familiar, felicidad, vida íntima con Dios, todo. Pero muchas veces subestimamos lo que Dios quiere para nosotros, nos conformamos con poco cuando Dios anhela que seamos prosperados en todo. Yo te aseguro que si pones todo en las manos de Dios, serás prosperado. Si colocas tus finanzas en las manos de Dios, si ofreces tus ofrendas y diezmos con alegría y dando lo que a Dios le corresponde, verás como serás prosperado económicamente. Igual si pones tu salud en las manos de Dios, si todos los días das gracias a Dios por tu salud, si realmente le crees verás como tu salud será excelente, sólo creyéndole a Dios. Cuando realmente entregas tu vida a Dios, cuando vives sirviendo en tu iglesia y ofrendando con amor, si adoras a Dios en todo momento y en todo lugar y si económicamente le entregas a Dios lo que le corresponde yo se que serás prosperado en todo.

En Malaquías 3:10, encontrarás que Dios nos dice probadme en esto y nos está hablando de los diezmos y de que haya comida en su casa, que sustentemos a los que trabajan en la obra de Dios. Las ventanas de los cielos serán abiertas y Dios nos dará bendición que sobreabunde. Todo cuanto sea sembrado para la obra de Dios será retribuido a nosotros de forma sobreabundante. Probadle, verás como todo se multiplicará al 100%.

Al ofrendar debemos hacerlo con alegría. Piensa y reflexiona ¿Estás aportando para que el evangelio sea predicado por todo el mundo, estás ayudando a tu prójimo que tiene necesidad y estás cumpliendo con los estatutos que Dios ha dejado para su pueblo? ¿Estás ayudando para que la Casa en la que sirves no haya necesidad? Sólo tú tienes las respuestas para cada pregunta. Y sólo tú sabes si debes hacer cambios.

Ofrenda de corazón, no lo hagas como obligación. Dios se agrada cuando ofrendas con amor y alegría. Nuestro Gran Yo Soy quiere que entiendas que aportas al reino cuando ofrendas sinceramente de corazón y con amor.

¡Que honor tan grande es el ser portador a través de nuestras ofrendas y diezmos a la obra de Dios! Piénsalo, Eres parte esencial en la propagación del evangelio en la tierra y haciendo tu parte Dios te prosperará en todo y abrirá las ventanas de los cielos para que tengas bendición hasta que sobreabunde. ¡Aleluya!

¡Bendecidos!
Por: Débora E. Portalatín Rosario

miércoles, 28 de octubre de 2009

Semillas de Amor


Marcos 4:14
El Sembrador Siembra la Palabra.

La Palabra de Dios nos trae innumerables enseñanza para ser adaptadas a nuestra vida física y para nuestra vida espiritual. Hoy quiero traer a tu atención la importancia de sembrar una semilla de amor en todo momento.

En una ocasión recibí vía correo electrónico una presentación que leía sobre una viejita que todos los días al estar en la guagua tiraba por la ventana, a la orilla del camino unas semillas. Un señor por curiosidad le pregunta que hacía y ella le contesta que riega junto al camino semillas. Él Sr. pensó que la viejita perdía el tiempo. Pasa el tiempo y un buen día, ya la viejita no estaba en su acostumbrado viaje en la guagua, el hombre que pensó que era absurdo lo que hacía, la echo de menos y preguntó al chofer, este le indico que había fallecido. El hombre se sintió triste, sin embargo su alegría fue grande cuando al observar por la ventana vio a la orilla del camino hermosas plantas con un colorido impresionante, las semillas habían germinado y hoy eran hermosas plantas que embellecían el paisaje. Al otro día y muchos días más este hombre camino a su trabajo en la guagua llevaba al igual que la viejita, una funda con semillas, para tirarlas a la orilla del camino, quería al igual que aquella anciana hacer la diferencia y sembrar semillas de amor. Ella no miraba ni analizaba el tipo de tierra en la que sembraba, sencillamente sembraba con amor en todo momento.

La porción bíblica a la cual hago hoy referencia es la Parábola del Sembrador. Todos sabemos que Jesús utilizaba el uso de parábolas para traer enseñanzas a sus discípulos. Esta no fue la excepción. En Marcos 4:1-20, nos habla del momento en que Jesús da esta palabra y luego nuevamente los discípulos preguntan por el significado de la misma, la Biblia indica: 10 Más tarde, estando ya solos, los doce y algunos otros de los seguidores de Jesús le preguntaron por el significado de aquella parábola. Entonces Jesús les contesta: 11 Les respondió: Vosotros sí podéis conocer el profundo misterio del reino de Dios. Pero a los que están fuera del reino tengo que decírselo todo por medio de parábolas, 12 porque aunque miran, no ven; y aunque oyen, no entienden ni se vuelven a Dios para que les perdone sus pecados. 13 Ahora bien, si vosotros tampoco entendéis esa sencilla parábola, ¿cómo podréis entender las que todavía tengo que contaros? 14 Mirad, el sembrador es cualquiera que proclama el mensaje de Dios. 15 La semilla caída en el camino representa a los que oyen el mensaje, pero después que lo han oído llega Satanás y se lo quita del corazón. 16 La que cayó entre las piedras son los que escuchan el mensaje con alegría, 17 pero están faltos de raíz y no tienen duración. Por eso, cuando a causa del propio mensaje llegan dificultades o persecuciones, abandonan. 18 Los espinos representan a los que escuchan el mensaje, 19 pero luego, atraídos por los encantos del mundo, los deleites de las riquezas y el codicioso afán de poseer cada vez más, no le dejan que fructifique. 20 Por último, la buena tierra representa a los que de veras escuchan el mensaje, y lo aceptan. Estos dan fruto abundante, al treinta, al sesenta y hasta al ciento por uno de lo sembrado.

Tenemos en nuestras manos la poderosa semilla del evangelio, es una hermosa semilla de amor, es la Palabra de Dios. La lectura de la palabra de Dios debe ser parte del tiempo de intimidad entre Dios y tu como individuo. El leer la palabra diariamente ampliará tu conocimiento y te llevará a conocer la verdad del evangelio. Únicamente puedes esparcir la Semilla del Amor de Dios a otros, conociendo la palabra y haciéndola parte importante de tu vida.

Al igual que aquella viejita de las que les hablé al principio, debemos diariamente sin importar tiempo, problemas personales, lugar o momento, nuestro deber ministerial es esparcir la semilla del evangelio. Verás cuando menos lo pienses que esa semilla de amor que esparciste, germinará y crecerá en amor en estas vidas que impactaste con la palabra de Dios. Para sembrar la palabra, debes tener conocimiento absoluto de la palabra, así que no te pierdas la oportunidad de congregarte para recibir discipulado y el estudio de la palabra. Sólo así estarás recolectando semillas de amor para luego ser esparcidas.

Nosotros somos quienes esparcimos la semilla del evangelio, pero tengamos presente que Dios es quien da el crecimiento, así lo dice la palabra en Santiago 1:18 “ Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas”. Y en Santiago 1:21 “Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas”.

Hermanos amados, nuestro deber es sembrar esa hermosa palabra de verdad, amor y vida. Dios dará el crecimiento y hará que nuestra acción de sembrar semillas de amor haga la haga crecer y sea convertida en una hermosa vida para el Reino de Dios. Sembremos con amor, no nos quedemos con lo que Dios nos ha dado, compartamos con aquellas personas que nos rodean la verdad de Cristo, para que sea sembrada en sus vidas esas Semillas de Amor, la semilla del evangelio a todos por igual.

Tu encomienda y la mía, sembrar la semilla del evangelio, llevar la palabra por todo el mundo. Comienza con los tuyos y luego esparce la semilla por todo el camino, donde quiera que estés y a donde quiera que vayas, el crecimiento lo da Dios. ¡Semillas de Amor, para gente que necesita amor! ¡Haz la diferencia! ¡Tu tierra, tu gente necesita que esa semilla de amor sea sembrada y esparcida! ¡Apodérate iglesia de lo que Dios te dio, la autoridad para hacer la diferencia!

Seas Bendecido
Por: Débora E. Portalatín Rosario

martes, 27 de octubre de 2009

Bendice Alma Mía a Jehová

Salmos 103 (Reina-Valera 1960)
Alabanza por las bendiciones de Dios

Salmo de David.

1 Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre.
2 Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios.
3 El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias;
4 El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias;
5 El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila.
6 Jehová es el que hace justicia Y derecho a todos los que padecen violencia.
7 Sus caminos notificó a Moisés, Y a los hijos de Israel sus obras.
8 Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia.
9 No contenderá para siempre, Ni para siempre guardará el enojo.
10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.
11 Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia
sobre los que le temen.
12 Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.
13 Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen.
14 Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo.
15 El hombre, como la hierba son sus días; Florece como la flor del campo,
16 Que pasó el viento por ella, y pereció, Y su lugar no la conocerá más.
17 Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, Y su justicia sobre los hijos de los hijos;
18 Sobre los que guardan su pacto, Y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.
19 Jehová estableció en los cielos su trono, Y su reino domina sobre todos.
20 Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles, Poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra, Obedeciendo a la voz de su precepto.
21 Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos, Ministros suyos, que hacéis su voluntad.
22 Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras, En todos los lugares de su señorío. Bendice, alma mía, a Jehová.

¿Tendremos razones suficientes para alabar y bendecir el nombre de Dios? ¡Absolutamente! Abrir nuestros ojos cada mañana y tener el privilegio de contar con un día más de vida, es razón más que suficiente para bendecir el nombre de nuestro Dios.

Esta mañana tan pronto puse mis pies en el suelo el primer pensamiento que vino a mi mente fue el inicio de este hermoso salmo: “Bendice alma mía a Jehová y bendiga todo mi ser su santo nombre.” Me gozo al saber que en mi subconsciente esté presente la Palabra de Dios y el anhelo por adorar, alabar y bendecir su nombre.

En este salmo el salmista alaba a Dios y reconoce todas las bendiciones que a diario recibimos por parte de nuestro Dios. Mientras escribo esta corta reflexión mi espíritu siente paz, siente gozo al leer todas las bendiciones que el Señor tiene para con nosotros sus hijos. Me deleito al poder bendecir su nombre antes de comenzar a pedirle por mis necesidades. Me deleito al leer la promesa de que sus misericordias son eternas para aquellos que le obedecen y le buscan en espíritu y en verdad.

Mi anhelo al compartir contigo esta Palabra es que al leer puedas sentir lo mismo que yo estoy sintiendo, que puedas abrir tu boca y alabar y bendecir el nombre de nuestro Dios simplemente porque él es Dios. Si aún no le has conocido, te invito a que descubras el gozo de Su salvación y la sensación tan hermosa y la paz que se siente cuando aún en medio de las adversidades podemos alabar y bendecir su nombre sabiendo que él está presente para cubrirnos con sus alas de amor. Exclama a viva voz este salmo. Alaba y bendice el nombre de nuestro Dios. ¡Bendice alma mía a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre!

Dios les bendice

Enid Damaris Zamora

lunes, 26 de octubre de 2009

El Refugio del Justo

Salmos 11 (Reina-Valera 1960)

El refugio del justo
1 En Jehová he confiado;
¿Cómo decís a mi alma,
Que escape al monte cual ave?
2 Porque he aquí, los malos tienden el arco,
Disponen sus saetas sobre la cuerda,
Para asaetear en oculto a los rectos de corazón.
3 Si fueren destruidos los fundamentos,
¿Qué ha de hacer el justo?
4 Jehová está en su santo templo;
Jehová tiene en el cielo su trono;
Sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres.
5 Jehová prueba al justo;
Pero al malo y al que ama la violencia, su alma los aborrece.
6 Sobre los malos hará llover calamidades;
Fuego, azufre y viento abrasador será la porción del cáliz de ellos.
7 Porque Jehová es justo, y ama la justicia;
El hombre recto mirará su rostro.

Que bien se siente contar con un Dios de poder en todo momento. Cuando decidí andar en la voluntad de Dios aún en medio de mis defectos y todos mis errores, me dí cuenta que este camino es bien difícil. He podido ver como personas que antes se llevaban bien conmigo hoy día me critican, me viran la cara por no saludarme, no me tratan igual y puedo sentir que hasta me hablan por hablarme y no con sinceridad. Sin embargo, entiendo que esto que me esta pasando es necesario porque Jesús vivió una vida de muchas adversidades y fue criticado y maltratado injustamente siendo Santo y sin ninguna mancha. Hoy pienso y digo, si Dios quiere que nosotros seamos como Él y andemos como Él entonces tenemos que atravesar por situaciones como las que Él tuvo que pasar que no fueron nada fáciles, entonces mi corazón se llena de gozo porque sé, que estoy en el camino correcto y sobre todo dentro de Su propósito.

Dios es el dueño del oro y la plata y desea que prosperemos y si andamos como Él quiere, de una manera integra y justa veremos como en medio de tanta crisis sobreabundará en nosotros todo lo que el Señor tiene para su pueblo. A tal nivel que bendeciremos a todo aquel que lo necesite y todavía tendremos más y más para seguir bendiciendo, eso es lo que Dios hace por sus hijos. No mendigaremos pan sino que compartiremos el que Dios nos regala cada día, también le serán arrebatadas las riquezas al impío y entregadas al justo. Contamos con un Dios de justicia y en el camino pasaremos por lugares difíciles pero no imposibles de cruzar, dejemos que Dios tome el control, por que al final de ese camino recibiremos la recompensa mayor que es encontrarnos de frente con el rostro del Señor, para mí esa será la mayor satisfacción de toda mi vida ¿y para ti?

Si estas siendo perseguido, criticado o tal vez atacado sin razón alguna sólo por vivir una vida justa como el Señor nos pide, pues alégrate porque estás en el propósito de Dios y sobre ti y tu casa serán derramadas lluvias de bendiciones todos los días de tu vida y nunca tendrás necesidad de mendigar al contrario bendecirás a muchos. Enfoca tu mirada al Gran Yo Soy y de lo demás él se encargará, no olvides que la Victoria es nuestra, por medio de nuestro Señor Jesucristo.


Sean Bendecidos
Por: Yomarie Rosario Centeno

domingo, 25 de octubre de 2009

El Día del Señor Vendrá


2 Pedro 3:8-18 (Reina-Valera 1960)


8 Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. 9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. 10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. 11 Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, !!cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, 12 esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! 13 Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. 14 Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz. 15 Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, 16 casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición. 17 Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. 18 Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.


Hemos podido ver como el pueblo ha estado de cierta forma consternado ante la situación que ha estado pasando en estos días acerca de la explosión en una de las refinerías de petróleo más importantes de nuestro país y no es para menos, porque todos sabemos que este accidente puede traer consecuencias al ambiente, la economía, la salud de los ciudadanos, dentro de otras cosas más. Cosa que yo declaro con la autoridad dada por nuestro Dios que no sucederá, confiando plenamente en que Él tiene todo bajo control. ¿Por qué traigo esta situación en medio de esta reflexión? Les explico; he escuchado como muchas personas han dicho "Dios mío pero si esto parece el fin del mundo" y al escuchar esto lo que me viene a la mente es que las personas saben que el fin está cerca pero lamentablemente no toman acción en cuanto a eso y se quedan estancados en lo mismo sin reconocer que necesitamos proceder al arrepentimiento ante nuestro Señor, para que cuando vengan tiempos difíciles si de verdad estamos bien cimentados en Su Palabra no haya nada por lo cual temer ya que contamos con la certeza de que Dios no permitirá que ninguno de sus hijos perezca en medio de ninguna circunstancia.


Dios está hablando claramente a su pueblo. No ignoremos su llamado porque cada vez los tiempos se tornarán mas difíciles y si no tenemos paz y confianza en nuestros corazones dada por nuestro Dios entonces no podremos ser entendidos y viviremos totalmente desenfocados y con mucho temor de lo que sucederá en este mundo. 2 Pedro 3:13 nos dice:" Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva en los cuales mora justicia." ¡Que hermoso verdad! Necesitamos de nuestro Dios, necesitamos ser un pueblo entendido en su Palabra para que el temor no sea parte de nuestras vidas sino que siempre nuestra confianza esté puesta en Él y no en el mundo ni sus aflicciones. Debemos andar en su voluntad y de lo demás Él se encargará. Entreguémosle a Dios todo nuestro ser pidiéndole con fe crecer en su gracia y su conocimiento y veremos como el Gran Yo Soy se encargará de transformar cada vida. Sean Grandemente Bendecidos


Por: Yomarie Rosario Centeno

sábado, 24 de octubre de 2009

Dios, Satisfacción del Alma


Salmos 63:1-9 (Reina-Valera 1960)


1Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas, 2 Para ver tu poder y tu gloria, Así como te he mirado en el santuario. 3 Porque mejor es tu misericordia que la vida; Mis labios te alabarán. 4 Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos. 5 Como de meollo y de grosura será saciada mi alma, Y con labios de júbilo te alabará mi boca, 6 Cuando me acuerde de ti en mi lecho, Cuando medite en ti en las vigilias de la noche. 7 Porque has sido mi socorro, Y así en la sombra de tus alas me regocijaré. 8 Está mi alma apegada a ti; Tu diestra me ha sostenido. 9 Pero los que para destrucción buscaron mi alma Caerán en los sitios bajos de la tierra.


Se regocija mi corazón al saber que cuento con Promesas llenas de poder que Dios en su infinito amor y misericordia nos regala por medio de su Palabra, con el fin de que confiemos plenamente en Él y no tengamos duda de su existencia y poderío.


Al despertarme leí esta Palabra y quedé maravillada nuevamente porque aunque puedo leer un versículo hoy y tal vez lea ese mismo versículo dos años después logran ministrarme de maneras distintas pero igualmente poderosas. En estos días he estado atravesando por situaciones difíciles y con personas que son de suma importancia en mi vida, y en medio de cada una de esas situaciones me he mantenido pidiéndole continuamente al Señor que mi alma y mi ser siempre tengan sed de Él y de su Palabra pues no deseo que mi enfoque en el Señor se vea afectado, todo lo contrario, deseo que mi confianza en Él vaya en aumento día a día. Sólo deseo que mi alma siempre anhele estar en la presencia del Señor, que cada vez que cuente con el privilegio de abrir mis ojos en las mañanas, automáticamente salga una alabanza de mi boca en gratitud a la bondad y misericordia de nuestro Príncipe de Paz. Que aunque mi corazón se sienta afligido y mi cuerpo pierda fuerzas, mi fe se mantenga intacta, porque sé que cuento con un Dios de poder que me levanta y me sustenta cada día, y eso solamente lo puede hacer nuestro Padre Celestial en su infinita misericordia. ¡Que bueno es contar con alguien que nunca nos falla!, que siempre esta a nuestro lado no importando la hora o el momento que necesitemos de su ayuda.


Si estas atravesando por una situación en la cual piensas que para ti es imposible resolver, no temas, lo único que tienes que hacer es confiar en cada una de las promesas del Señor porque nunca fallan. No pienses que no hay solución a tu problema porque sí lo hay, y se llama Dios. Entrégale esa carga pesada que no te permite mover con libertad y verás como tu alma y tu corazón se llenarán de satisfacción cuando con tus propios ojos empieces a ver la obra de Dios cumpliéndose en tu vida.


Sean Bendecidos

Por: Yomarie Rosario Centeno

viernes, 23 de octubre de 2009

Dios es Bueno






Dios es Bueno

Salmo 100:5

Porque el SEÑOR es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones.




¡Dios es Bueno! Su amor inigualable, su misericordia es nueva cada mañana y su justicia es eterna.

¿Qué es ser bueno? ¿Qué significa la palabra bondad? El diccionario define la palabra bueno como alguien que tiene cualidades gratas o gustosas, que posee bondad moral y/o que tiene buena aptitud o respeto a sus iguales. La palabra bondad se define como inclinación natural hacia el bien y/o amabilidad o suavidad de carácter. De sólo leer ambas definiciones en quien único puedo pensar definitivamente es en nuestro Rey y Señor.

Muchas veces hemos escuchado o dicho “Dios es bueno”, pero internalizar y hacer nuestro lo que decimos es otra cosa. Y ¿Por qué digo es otra cosa? Por que sí realmente entendiéramos lo bueno que es Dios para con todos nosotros sus hijos, dejaríamos de preocuparnos tanto, dejaríamos todo en sus manos y le adoraríamos más. La bondad de Dios ha sido, es y será la más pura y sincera que jamás podríamos encontrar en persona alguna.

Su bondad ha sido tanta que Dios ofreció a su hijo para que muriera para redención de nuestros pecados. La inclinación natural del Gran Yo Soy es sin duda alguna hacer el bien a todos por igual Quien a tergiversado la bondad de Dios es sin duda alguna el hombre, quien por tiempos ha ido en contra de la naturaleza del Todopoderoso dejándose llevar por sus propios sentimientos y endureciendo su corazón.

A través del tiempo se ha visto como Dios ha mostrado su bondad para sus hijos, toda la Biblia nos muestra la bondad de Dios y su misericordia. Él es nuestra fortaleza en el día de angustia y el es nuestra esperanza de un mañana mejor. Bueno es Dios para con su gente, está interesado en todo lo que nos ocurre, está al tanto de nuestras necesidades y nuestro dolor, todo lo que nos pide es que creamos en Él, que le pidamos en oración todo lo que necesitamos y que vivamos confiados en su bondad. Dios no cambia, su verdad es la misma, sus promesas son eternas y son para todos nosotros. Todo lo que tenemos que hacer es apropiarnos de sus promesas, creerle y vivir consagrados a Él.

En momentos de oscuridad nos preguntamos ¿Dónde esta Dios? ¿Ah y eso es lo bueno que es Dios? ¿Realmente Dios me cuida? Quiero decirte hoy que la Biblia es muy clara en todo esto, en diferentes pasajes bíblicos nos da esperanza, promesas y nos muestra la bondad de Dios, reflexiona:

• 2 Corintios 4: 6-9 Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. 7 Tenemos empero este tesoro en vasos de barro, para que la alteza del poder sea de Dios, y no de nosotros:
8 Estando atribulados en todo, más no angustiados; en apuros, más no desesperamos; 9 Perseguidos, más no desamparados; abatidos, más no perecemos.

• Nahum 1:7 Bueno es Jehová para fortaleza en el día de la angustia; y conoce á los que en él confían.

• Salmo 37:39 Más la salvación de los justos viene del SEÑOR; El es su fortaleza en el tiempo de la angustia.

• Salmo 145:9 El SEÑOR es bueno para con todos, y su compasión, sobre todas sus obras.

• Jeremias 33:11 Voz de gozo y voz de alegría, la voz del novio y la voz de la novia, la voz de los que dicen: `Dad gracias al SEÑOR de los ejércitos, porque el SEÑOR es bueno, porque para siempre es su misericordia'; y de los que traen ofrenda de acción de gracias a la casa del SEÑOR. Porque restauraré el bienestar de esta tierra como fueron al principio--dice el SEÑOR.
¡Dios es bueno! Vive confiado en sus promesas y vive reconociendo la bondad de nuestro Rey Soberano. Dale gracias a Dios por su bondad, porque aún cuando tu y yo estabamos en pecado y viviendo desordenamente, nuestro Dios tuvo gran compasión de nosotros. Nos perdonó, nos abrazó con gran amor y nos hizo participe de su reino. En todo momento Dios es tu refugio, tu cuidador y tu Padre protector. ¡Dios te ama!

¡Bendecidos!
Por: Débora E. Portalatín Rosario

jueves, 22 de octubre de 2009

Mi Dios es mi Porción


Salmos 73:23-28 (Reina-Valera 1960)
23 Con todo, yo siempre estuve contigo; Me tomaste de la mano derecha. 24 Me has guiado según tu consejo, Y después me recibirás en gloria. 25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra. 26 Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre. 27 Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán; Tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta. 28 Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; He puesto en Jehová el Señor mi esperanza, Para contar todas tus obras.


Reconocer que el Señor está con nosotros y que es él quien nos guía cuando le obedecemos nos garantiza la esperanza de estar amparados bajo su protección y de recibir su regalo más preciado el cual lo es nuestra salvación y el perdón de nuestros pecados. Si leemos este salmo desde su inicio podemos ver que habla acerca de lo bueno que es Dios con aquellos que son limpios de corazón y continúa describiendo cuál será el fin de aquellos que hacen maldad. El salmista ve como ellos sobresalen y prosperan siendo malos, soberbios y arrogantes y se siente desanimado al ver que estas personas viven su vida como dijeramos por ahí felices, sin problemas, prósperos y haciendo lo que les place mientras él se encuentra pasando aflicciones. Pero llega un momento en que Dios le abre los ojos y dice éste en el versículo 17 que no hasta que entra en el santuario de Dios que se da cuenta cual sería el final de todos ellos.


El salmista reconoce que a diferencia de ellos, él en todo momento contó con la presencia y la ayuda de Dios en su vida para guiarlo y ponerlo en gloria delante de todos ellos, sus enemigos. Me encanta cuando expresa o más que expresar, reconoce en el versículo 26 que en su humanidad pueden sentirse débil y sentir desmayar pero que su Dios, nuestro Dios, ha sido su roca y su porción eterna. No sé usted, pero muchas veces yo he sentido desmayar, he visto como muchos a través de injusticias y trampas prosperan y siento fustración y hasta coraje, pero luego recuerdo que soy hija del Rey de Reyes y que su justicia es real y verdadera y que mi porción es él.

Le pido a Dios que todo el que lee esta reflexión pueda declarar como el salmista: "Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien, he puesto en Jehová el Señor mi esperanza, para contar todas tus obras." Nuestro Dios es real, creo que esto lo escribo en cada uno de mis escritos y no dejaré de hacerlo, porque así el que escribe este salmo, yo he podido sentir y vivir que mi Dios es mi porción.


Te invito a que no te angusties ni le tengas envidia a aquellos que prosperan injustamente y viven una vida dis que "feliz", porque lamentablemente si no se arrepienten serán destruidos. Gózate en la bondad de tu Salvador, disfruta la bendición de día a día poder contar con un Dios que se inclina hacia ti y escucha tu clamor. Búscale de corazón y confía y anhela estar ante su presencia cada segundo de tu vida. Vive confiado y declarando que allá en el cielo tienes a tu Padre que te cuida y fuera de él nada deberíamos desear acá en la tierra. Recuerda Jesús vino a darte vida y vida en abundancia. Recibe su amor, recibe su perdón y vive cerca de él día a día. Dios te bendice.


Por: Enid Damaris Zamora ©

miércoles, 21 de octubre de 2009

Venciendo al Desánimo

Isaías 35:3-4 (Reina-Valera 1960)
3 Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles. 4 Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará.


Mateo 14:27 (Reina-Valera 1960)
27 Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: !!Tened ánimo; yo soy, no temáis!


Que difícil se nos hace muchas veces mantenernos animados cuando las circunstancias a nuestro alrededor y los trajines diarios nos desvanecen y nos desaniman. La palabra "ánimo"segun la RAE significa valor, esfuerzo, energía, voluntad.


Muchas veces pensamos que por ser hijos de Dios y confiar plenamente en él no podemos llegar a sentirnos desvalidos y desanimados. Deseo decirte que estamos equivocados. En nuestra humanidad es muy normal que en ocasiones nos podamos sentir de esta manera, pero, como hijos de Dios tenemos una gran ventaja y es que aún en momentos en que sentimos que las fuerzas no nos dan y sintamos desánimo y querramos salir corriendo y "tirar la toalla", sabemos que tenemos un Dios en el cual confiamos y creemos que es nuestra fortaleza y nuestro sustento.


En muchas ocasiones Jesús motivó a sus discípulos a sentirse animados y a no desanimarse. Él comprende cuando nos sentimos de esa manera y si le buscamos y le pedimos que nos renueve, él lo hace. Animarse según la definición que vimos es esforzarse, es recobrar nuestras energías, es tener la voluntad de querer avivar nuestro espíritu y recobrar nuestras fuerzas. Todo esto lo conseguimos haciendo lo que dice Su Palabra en Isaías 35, reconociendo que nuestro Dios nos salva, nos levanta y nos sostiene.


Necesitamos animarnos los unos a los otros, levantarnos las manos los unos a los otros e individualmente aunque no tengamos fuerzas, levantar nuestras manos y doblar nuestras rodillas en oración y adoración a Aquel que nos da las fuerzas y nos renueva. Así que, ¡Cobra ánimo, no desmayes! Nuestro Gran Yo Soy está con nosotros para ayudarnos.


Dios desea que sus hijos se animen mutuamente. Moisés tuvo a su lado dos personas que estuvieron presentes para levantar sus manos cuando quedaba sin fuerzas. De la misma manera, sé que podemos contar con gente que está dispuesta a ayudarnos a levantar nuestras manos y a doblar sus rodillas con nosotros.


Ánimate, esfuérzate y pídele al Señor que te llene de energías y de ánimo para continuar hacia adelante con lo que Dios ha puesto en tus manos. No permitas que el desánimo te robe tu bendición. Dios les bendice.


Por: Enid Damaris Zamora ©

martes, 20 de octubre de 2009

¡Reverdece!


Salmo 90:14


14 Sácianos por la mañana con tu misericordia,y cantaremos con gozo y nos alegraremos todos nuestros días.

¡De la mano de Dios, declarando que este día será uno de grandes bendiciones, de palabra de unción para tu vida y de paz!

Hace varios días he estado observando una planta que en sus tiempos fue muy hermosa. Todos los días para llegar a mi hogar tengo que pasarle por el lado. Es más por meses, saque tiempo para podarla, echarle agua y cuidarla. Pero por quedar precisamente dos pisos más abajo de donde vivo, me cansé de subir y bajar dos o tres veces tantas escaleras con envases llenos de agua para cuidarla. Así que un buen día simplemente la deje de mano, mirando poco a poco como se secaba y perdía su esplendor. Para mi sorpresa, esta semana en la mañana nuevamente vi una primera hoja pequeña, verde y por cierto muy hermosa. Y así cada nueva mañana una nueva hoja y créanme hay más hojas y la planta ha comenzado a reverdecer. Yo haré nuevamente mi parte, no esperaré por nadie para que la cuide y la mime, ¡yo lo haré! ¡Así son las maravillas de nuestro Rey! El cuida de cada detalle de la naturaleza, cuida de cada detalle de tu vida.

Muchas veces el afán de la vida diaria nos lleva a descuidar progresivamente nuestra intimidad con Dios. Podría enumerar muchísimas excusas que nos ponemos a nosotros mismos, por no tener la valentía de ponerlas a los pies de Dios. Dejar secar la planta por no subir y bajar muchas escaleras fue mi excusa en lo físico, ¿pero que excusas puedes tener para que tu comunión con Dios se vea afectada y hasta tu espíritu se seque por no vivir una vida con propósito? El trabajo, la casa, los hijos, los problemas, la economía del hogar y muchos más.

Poco a poco, sin darte cuenta tu intimidad con Dios se va secando, sus hojas se van cayendo y tu árbol plantado va muriendo sin darte por enterado. Dejas de orar, dejas de congregarte, dejas de ayunar y hasta dejas de contestarles el teléfono a tus Pastores y familia en la fe. Tu vida espiritual se ha secado y perdiste todo lo hermoso que Dios en su misericordia de había dado. Pasado el tiempo te das cuenta que tu vida espiritual se ha secado y que dentro de ti hay un vacío que nada ni nadie puede llenar. ¡Hay esperanza! ¡Las misericordias de Dios son nuevas cada mañana!

¡Alégrate! Porque al igual que la planta que hay en la jardinera del edificio en el que vivo, Dios tiene cuidado de ti y te mira con ojos de amor y misericordia. Él no te ha dejado, sigue al pendiente de ti y los tuyos. Sólo espera que tornes tú mirada el Él y al igual que el salmista en el Salmo 121:1-2 digas, “Alzaré mis ojos a los montes, de donde vendrá mi socorro. Mi socorro viene de Jehová que hizo los cielos y la tierra”. Estos versículos te invitan a quitar tu mirada de todo lo que terrenalmente te rodea. Te invitan a remontar tu mirada más allá de los montes, porque es allí en el ambiente espiritual donde está tu fortaleza y tu bienestar.

En la antigüedad, según indica el Dr. Samuel Pagán en su exposición sobre este salmo, las montañas eran símbolo de esperanza, de triunfo, sabiduría, prudencia, victoria, poder y gloria. Alza hoy tus ojos a los montes y busca intensamente el triunfo, la esperanza y poder y la gloria de Dios para tu vida.

No esfuerces tu pensamiento en lo ordinario, esto es lo usual, lo que vives todos los días. Fija tu mirada en lo extraordinario, en lo que Dios hace por ti día a día. Reverdece, vuelve tu mirada a Dios. Busca a Dios y su presencia continuamente, no dejes de insistirle, nuestro Dios esta ahí para atender tu súplica y clamor. Reverdece, declara en la mañana al despertar que nuevas son las misericordias de Dios, canta con gozo y alegra todos tus días porque haz decidido reverdecer.

Cuando sientas que pierdes fuerzas, que tu vida espiritual necesita ser regada con la lluvia fresca de Dios, cuando pienses que Dios se ha alejado, detente, calla y escucha a Dios. Él hablará a tu vida y te mostrará el camino correcto que debes seguir. Ora, ora y ora, no desmayes.

Dios es bueno y lo que desea para todos nosotros es que tengamos una vida maravillosa llena de su amor y su bondad. Vive en fe, trabajando para el reino y viviendo en el propósito que Dios tiene para tu vida, al igual que la planta del edificio en el que vivo, tu vida espiritual comenzará a reverdecer y serás pronto como nos indica Jeremías 17:8 “Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto”. Y también como declara el Salmo 1:3 “Serás como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará”. ¡Reverdece! ¡Dios está contigo siempre!

¡Reflexiona!

Estabas esperando, tierra mía, la lluvia
que te reverdeciera.
Fuiste amarilleándote, secándote,
hasta no entender nada y enterrarte en ti misma.
Hoy llueve y llueve y llueve, y hoy verdean
las yerbas que un aliento de viento suave mueve.
¡Y hoy quiero, tierra mía, reverdecer contigo,
y como tú asomarme por fuera de mí mismo!

Javier Aguirre Ortiz (1989).

Por: Débora E. Portalatín Rosario

lunes, 19 de octubre de 2009

Todo Tiene su Tiempo


Eclesiastés 3:1-15 (Reina-Valera 1960)

1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. 2 Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; 3 tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; 4 tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; 5 tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; 6 tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; 7 tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; 8 tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. 9 ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana? 10 Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él. 11 Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin. 12 Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida; 13 y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor. 14 He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres. 15 Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó.


Durante los últimos años de mi vida he pasado por distintos procesos que verdaderamente me han ayudado a entender cuan verdadera es esta Palabra. Realmente me he podido dar cuenta y crear conciencia que la Palabra de Dios es viva y eficaz y no se equivoca, porque ciertamente todo en esta vida tiene su tiempo perfecto.

Muchas veces ante nuestra humanidad no podemos o no logramos comprender el por qué de tantas circunstancias por las cuales tenemos que atravesar en nuestras vidas, nos desesperamos y mucha veces nos desanimamos porque no logramos entender el Kairo de Dios (tiempo de Dios). Pero cuando le pedimos sabiduría y entendimiento a nuestro Dios él nos capacita para poder ser entendidos y comprender que para cada momento de nuestras vidas, sean buenos o sean difíciles, hay un tiempo determinado. Un tiempo para aprender a depender de él, un tiempo para crecer en él, un tiempo para formar un carácter parecido al de Jesús.

En ocasiones como dice este pasaje no logramos entender los procesos por los cuales pasamos, pero en todos ellos y en su tiempo perfecto ha habido un propósito y un fruto el cual ha valido la pena el tiempo esperado. En lo personal he podido experimentar, así como dice el versículo 12 que no hay nada mejor que alegrarnos en todo tiempo y bajo cualquier circunstancia, pues mientras confiemos en nuestro Dios podemos vivir confiados que lo que hayamos pasado, ya estaba escrito en el plan que él tenía para con nosotros con un propósito, para bien nuestro y que aún lo que falta por ocurrir ya es un hecho, pues forma parte de ese plan. También tengo la certeza de que Dios es un Dios restaurador y lo que pasó, ya pasó. En nuestras manos está si el plan de Dios para nuestras vidas se cumple. Recordemos siempre que Dios nunca se atrasa ni se adelanta, él siempre llega a tiempo y todo es mejor en su tiempo. Dios les bendice.

Por: Enid Damaris Zamora ©

domingo, 18 de octubre de 2009

La Dicha del Perdón


Salmo 32 (Reina-Valera 1960)


1 Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado.

2 Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad,
Y en cuyo espíritu no hay engaño.


3 Mientras callé, se envejecieron mis huesos
En mi gemir todo el día.


4 Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano;
Se volvió mi verdor en sequedades de verano. Selah


5 Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad.
Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová;
Y tú perdonaste la maldad de mi pecado.Selah


6 Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado;
Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él.


7 Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia;
Con cánticos de liberación me rodearás. Selah


8 Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;
Sobre ti fijaré mis ojos.


9 No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento,
Que han de ser sujetados con cabestro y con freno,
Porque si no, no se acercan a ti.


10 Muchos dolores habrá para el impío;
Mas al que espera en Jehová, le rodea la misericordia.


11 Alegraos en Jehová y gozaos, justos;
Y cantad con júbilo todos vosotros los rectos de corazón.

sábado, 17 de octubre de 2009

Agradecimiento por la Victoria


Salmos 18 (Reina-Valera 1960)

1 Te amo, oh Jehová, fortaleza mía. 2 Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio. 3 Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado, Y seré salvo de mis enemigos. 4 Me rodearon ligaduras de muerte, Y torrentes de perversidad me atemorizaron. 5 Ligaduras del Seol me rodearon, Me tendieron lazos de muerte. 6 En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos. 7 La tierra fue conmovida y tembló; Se conmovieron los cimientos de los montes, Y se estremecieron, porque se indignó él.
8 Humo subió de su nariz, Y de su boca fuego consumidor; Carbones fueron por él encendidos.
9 Inclinó los cielos, y descendió; Y había densas tinieblas debajo de sus pies. 10 Cabalgó sobre un querubín, y voló; Voló sobre las alas del viento. 11 Puso tinieblas por su escondedero, por cortina suya alrededor de sí; Oscuridad de aguas, nubes de los cielos. 12 Por el resplandor de su presencia, sus nubes pasaron; Granizo y carbones ardientes. 13 Tronó en los cielos Jehová, Y el Altísimo dio su voz; Granizo y carbones de fuego. 14 Envió sus saetas, y los dispersó; Lanzó relámpagos, y los destruyó. 15 Entonces aparecieron los abismos de las aguas, Y quedaron al descubierto los cimientos del mundo, A tu reprensión, oh Jehová, Por el soplo del aliento de tu nariz. 16 Envió desde lo alto; me tomó, Me sacó de las muchas aguas. 17 Me libró de mi poderoso enemigo, Y de los que me aborrecían; pues eran más fuertes que yo. 18 Me asaltaron en el día de mi quebranto, Mas Jehová fue mi apoyo. 19 Me sacó a lugar espacioso; Me libró, porque se agradó de mí. 20 Jehová me ha premiado conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado. 21 Porque yo he guardado los caminos de Jehová, Y no me aparté impíamente de mi Dios. 22 Pues todos sus juicios estuvieron delante de mí, Y no me he apartado de sus estatutos. 23 Fui recto para con él, y me he guardado de mi maldad, 24 Por lo cual me ha recompensado Jehová conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos delante de su vista. 25 Con el misericordioso te mostrarás misericordioso, Y recto para con el hombre íntegro.
26 Limpio te mostrarás para con el limpio, Y severo serás para con el perverso. 27 Porque tú salvarás al pueblo afligido, Y humillarás los ojos altivos. 28 Tú encenderás mi lámpara; Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas. 29 Contigo desbarataré ejércitos, Y con mi Dios asaltaré muros.
30 En cuanto a Dios, perfecto es su camino, Y acrisolada la palabra de Jehová; Escudo es a todos los que en él esperan. 31 Porque ¿quién es Dios sino sólo Jehová? ¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios? 32 Dios es el que me ciñe de poder, Y quien hace perfecto mi camino;
33 Quien hace mis pies como de ciervas, Y me hace estar firme sobre mis alturas; 34 Quien adiestra mis manos para la batalla, Para entesar con mis brazos el arco de bronce. 35 Me diste asimismo el escudo de tu salvación; Tu diestra me sustentó, Y tu benignidad me ha engrandecido. 36 Ensanchaste mis pasos debajo de mí, Y mis pies no han resbalado. 37 Perseguí a mis enemigos, y los alcancé, Y no volví hasta acabarlos. 38 Los herí de modo que no se levantasen; Cayeron debajo de mis pies. 39 Pues me ceñiste de fuerzas para la pelea; Has humillado a mis enemigos debajo de mí. 40 Has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas, Para que yo destruya a los que me aborrecen. 41 Clamaron, y no hubo quien salvase; Aun a Jehová, pero no los oyó. 42 Y los molí como polvo delante del viento; Los eché fuera como lodo de las calles. 43 Me has librado de las contiendas del pueblo; Me has hecho cabeza de las naciones; pueblo que yo no conocía me sirvió. 44 Al oír de mí me obedecieron; Los hijos de extraños se sometieron a mí. 45 Los extraños se debilitaron Y salieron temblando de sus encierros. 46 Viva Jehová, y bendita sea mi roca, Y enaltecido sea el Dios de mi salvación;
47 El Dios que venga mis agravios, Y somete pueblos debajo de mí; 48 El que me libra de mis enemigos, Y aun me eleva sobre los que se levantan contra mí; Me libraste de varón violento.
49 Por tanto yo te confesaré entre las naciones, oh Jehová, Y cantaré a tu nombre. 50 Grandes triunfos da a su rey, Y hace misericordia a su ungido, A David y a su descendencia, para siempre.

viernes, 16 de octubre de 2009

El Final Será Mejor que el Principio


Job 8:5-7
5 Si tú de mañana buscares a Dios, Y rogares al Todopoderoso; 6 Si fueres limpio y recto, Ciertamente luego se despertará por ti, Y hará próspera la morada de tu justicia. 7 Y aunque tu principio haya sido pequeño, Tu postrer estado será muy grande.

Al leer estos versículos no hay palabras que puedan describir la reacción de asombro, agradecimiento y hasta de sentimientos de culpa que siento en mi ser. Asombro al continuar viendo las promesas de Dios a través de su Palabra siendo reales en mi vida, agradecimiento por ver su fidelidad y su gran amor a través de esta Palabra y sentimientos de culpa quizás por no hacer en muchas ocasiones lo que tendría que hacer, lo que dice su Palabra que haga para alcanzar mis bendiciones.

¡Wow…Ciertamente esta Palabra es poderosa! A veces perdemos tanto tiempo buscándole solución a las situaciones cuando en nuestras manos está el poder de llamar la atención de Aquel que está en los cielos velando por nosotros. El versículo 5 dice: “Si tú de mañana buscares a Dios y rogares al Todopoderoso”. Sé que Dios escucha nuestras oraciones en todo momento, pero él espera algo más de nosotros, él desea que nuestra primicia de tiempo, esos primeros momentos de nuestro despertar sean para él en oración y ruego. Continúa diciendo: “Si fueres limpio y recto, ciertamente se despertará por ti.” Dios desea fijar sus ojos en nosotros y escuchar nuestro clamor, pero desea que seamos limpios, sin mancha y con corazones íntegros. Creo que desea que nuestras acciones vayan de la mano con nuestras súplicas y nuestras palabras. Un buen ejemplo sería el siguiente: “Deseamos paz y rogamos por paz, entonces debemos ser entes de paz y predicar y vivir la misma.”

Continúa este pasaje diciendo: “Y hará próspera la morada de tu justicia y aunque tu principio haya sido pequeño, tu postrer estado será muy grande.” Nuestro Dios a través de su Palabra nos dice una y o través que su justicia está con nosotros, que mientras vivamos en obediencia e integridad él nos bendecirá de manera abundante y sobrenatural. Él ha prometido prosperarnos en todo lo que hagamos, no importa cuán pequeñas puedan ser las cosas que hagamos, si confiamos en él, él se encargará de hacerlas grandes. Nuestro trabajo es darle a él la gloria y la honra que le pertenecen, reconocer que él es nuestro sustento y vivir una vida consagrada a él en integridad y rectitud.

Muchas veces somos víctimas de injusticias y eso lo estamos viviendo en estos momentos en muchos de los escenarios de nuestro diario vivir. Pero si de mañana nos humillamos ante él y buscamos su rostro en ruego y súplica, en clamor, podemos provocar que nuestro Dios se levante e incline su oído hacia nosotros y vea nuestros corazones íntegros y haga justicia en nuestras vidas y nuestras circunstancias.

Sé y estoy segura y convencida por cuanto lo he vivido, que nuestro Dios escucha el clamor de sus hijos y de un pueblo humillado. Pero debemos venir ante él con corazones íntegros y puros. Sé que el final será mucho mejor que el principio y que él hará prosperar a su pueblo y a todo aquel que le busque de corazón, en integridad y pureza. Recuerda su promesa……tu postrer estado será muy grande aunque tu principio haya sido pequeño. Dios les bendice.

Por: Enid Damaris Zamora ©

jueves, 15 de octubre de 2009

Haz tú lo Posible

Juan 4:6-11
4:6 Allí se encuentra el pozo de Jacob. Jesús, fatigado del camino, se había sentado junto al pozo. Era la hora del mediodía.
4:7 Una mujer de Samaria fue a sacar agua, y Jesús le dijo: "Dame de beber".
4:8 Sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar alimentos.
4:9 La samaritana le respondió: "¡Cómo! ¿Tú, que eres judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?". Los judíos, en efecto, no se trataban con los samaritanos. 4:10 Jesús le respondió: "Si conocieras el don de Dios
y quién es el que te dice: "Dame de beber", tú misma se lo hubieras pedido,
y él te habría dado agua viva". 4:11 "Señor, le dijo ella, no tienes nada para sacar el agua y el pozo es profundo. ¿De dónde sacas esa agua viva?

¡Bendecidos! ¡Paz de Dios para todos los que hoy leen y reflexionan sobre este escrito! Nuestro país hoy se convierte en un foco de atención para el mundo entero. Vivimos momentos fuertes y de confrontación por eso hoy te pido que reflexiones, pienses y clames a Dios por la paz para nuestro país.

Como parte importante de la sociedad puertorriqueña la iglesia está llamada a unirse y hacer lo que nos toca, aquello que es posible. Muchas personas en nuestro país y en otros países hermanos viven fatigados, sintiéndose sin opciones y con sentimientos de tristeza y dolor a flor de piel. ¿Qué está haciendo la iglesia? ¿Cómo servimos a nuestros hermanos en necesidad? ¿Por qué no se levanta como pueblo de Dios para fortalecer y levantar al caído? A nosotros la iglesia, nos toca hacer lo posible, Dios se encargará de lo imposible.

Hago referencia a la porción de la palabra en Juan 4:6-11 porque me percaté de un detalle bien poderoso. Mientras Jesús descansaba junto al pozo de Jacob, pues estaba fatigado, dos cosas ocurrieron; 1) Jesús le pide a la mujer de Samaria que le de de beber. 2) Los discípulos fueron a la ciudad a comprar alimentos.

Este pasaje envuelve mucho más que estos dos puntos y trae una enseñanza del reino tremenda, pero hoy quiero enfocarme en estos dos puntos antes mencionados. Jesús pudo haber sacado el agua, pero le pide a la mujer samaritana que lo haga, para ella era posible sacar el agua del pozo, lo otro es que Jesús pudo haber ido con los discípulos a buscar comida, pero no, ellos hicieron su parte, ir a la ciudad a buscar la comida. Ambas cosas eran posibles en el ámbito natural, el humano, pero lo que para la mujer samaritana no era posible, por sus propias fuerzas era el obtener el agua de vida que sólo Cristo puede dar. Para Jesús hubiera sido factible ir con los discípulos a buscar comida, pero nuevamente los discípulos hicieron aquello que humanamente era posible, ir a buscar el alimento físico. La misión de Jesús en aquel momento era ofrecer el pan de vida, la Biblia así lo establece en Juan 6:35 cuando dice “Y Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida: el que á mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

A través de la Biblia leemos como grandes hombres y mujeres de Dios, llenos del poder y la gloria de Dios tuvieron que hacer lo que para ellos era posible por sus propias fuerzas, dejando a Dios actuar en lo imposible. ¿De quienes habló?
Algunos ejemplos lo son:
• Moisés - Entonces Dios dijo, "No te acerques. Quítate tus zapatos, porque estás de pie en lugar sagrado. Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob." Moisés escondió su cara; porque él tuvo miedo ver a Dios. Y el Señor dijo, "yo ciertamente he visto la aflicción de Mi gente en Egipto, y he oído su lamento. Yo sé sus dolores. Yo he bajado a liberarlos de la mano de los egipcios, y para traerlos a una tierra buena que fluye con leche y miel. Ahora Moisés, yo te enviaré a Faraón, para que saques a Mi pueblo, los Hijos de Israel, fuera de Egipto." Y sabes que, Moisés lo hizo, obedeció la voz de Dios, hizo lo que para él era posible.

• Débora - Era astuta, valerosa y tenía el don de la profecía y del canto. Les recordaba a sus compatriotas en las montañas la historia de la liberación de Egipto, el paso por el Sinaí, y les profetizaba días mejores en el futuro. Como juez, administraba justicia y les daba consejos. Su reputación era sólida y les inspiraba confianza. Con la ayuda de Barac organizó un ejercito pequeño permanente entre el pueblo. Entrenó e inspiró al jefe de este ejercito, Barac, y le dio instrucciones en la forma en que debía presentar batalla a Sisara, el general del ejercito de Jabín. Su capacidad militar era evidente, y lo prueba que Barac requiriera de Débora que ella le acompañara a la batalla.


• Ester – Vino a ser la esposa del Rey Asuero, Ella, confiada en Dios y sobreponiéndose a su debilidad, intercedió por su pueblo cuando el primer ministro Amán concibió el proyecto de exterminar a todos los judíos, comenzando por Mardoqueo, padre adoptivo de Ester. Y a pesar de todo y de todos Ester hizo lo que para ella era posible, dejando a Dios aquello que a todas luces parecía imposible.


• Josué - La vida de este gran dirigente del pueblo de Dios no revela falla alguna en las labores que se le encomendaron. En su juventud aprendió a designar responsabilidades como hombre; como dirigente de su pueblo fue hábil caudillo y fiel a las necesidades de liberación de Israel. Lo condujo a tomar posesión de la tierra que le pertenecía porque era su herencia; como militar, fue hombre de valor y visión; como juez, fue honorable e imparcial. A lo largo de sus días Josué mostró obediencia al trabajo que Dios le asignó y lo desempeñó orgullosamente. Las palabras "yo y mi casa serviremos a Jehová" expresan el lema de su vida (Jos. 24:15). Josué, en la Biblia, se nos presenta como un lider adornado de las mejores y más armoniosas cualidades que ha de tener quien preside los destinos de un pueblo.


Como estos, hay muchísimos más que no dudaron en hacer aquello que humanamente era posible, dejando y provocando que Dios a su vez hiciera aquello que era imposible. Cada historia bíblica de estos hombres y mujeres de Dios demuestran la entrega, el compromiso y el amor por Dios y por el pueblo de Israel.

Pueblo de Dios, somos sus manos en la tierra tenemos mucho que hacer. Nuestro deber es, hacer lo que es posible humanamente para que Dios muestre su gloria y su poder haciendo aquello que para nosotros es completamente imposible. Porque para Dios nada hay imposible.


Haz tu lo que es posible, déjale a Dios lo imposible. Verás la diferencia en tu vida, en la vida de tu familia y en la vida de tu pueblo y nación.

¡Bendecidos!
Por: Débora E. Portalatín Rosario

miércoles, 14 de octubre de 2009

Paz


Juan 14:27
27 Mi paz os dejo, mi paz os doy; pero la paz que yo os doy no es como la que ofrece el mundo. No estéis, pues, preocupados ni temerosos.

El mundo del Siglo 21 grita por PAZ. Nuestro planeta sufre intensamente por problemas económicos a nivel mundial, sufre por criminalidad y por guerras. El hambre acaba con países llamados subdesarrollados y todos al unísono anhelamos y oramos por paz.


Pero ¿qué realmente significa la palabra paz? ¿Por qué todos quieren paz pero no la consiguen?


Según www.wikipedia.com la palabra paz deriva del latín pax. Es generalmente definida, en sentido positivo, como un estado de tranquilidad o quietud, y en sentido opuesto como ausencia de quietud, violencia o guerra.


Desde el punto de vista del Derecho internacional, y por extensión de la definición anterior, el término Paz en un convenio o tratado que pone fin a la guerra. Puede hablarse de una paz social como entendimiento y buenas relaciones entre los grupos, clases o estamentos sociales dentro de un país. En el plano individual, la paz designa un estado interior, exento de cólera, odio y más generalmente de sentimientos negativos. Es, por lo tanto, deseada para uno mismo e igualmente para los demás, hasta el punto de convertirse en un saludo (la paz esté contigo) o una meta de la vida.


Partiendo de esta definición tan detallada podemos entender que es muy difícil tener paz en cualquier ambiente, situación o ámbito. La paz es mucho más que una definición, es una forma de vida, es una forma de ser.

Los Líderes Mundiales buscan paz cuando en su interior como individuos viven torbellinos de contradicciones, de odio y violencia. Hacen un llamado a la paz cuando realmente provocan confrontaciones y guerras. No tienen a Dios en su corazón o pensamientos por tanto no pueden conocer el verdadero significado de la paz.

Nuestro país vive momentos muy difíciles, momentos de tensión y dolor. La paz que hoy pide a grito nuestra gente depende de circunstancias externas, depende de decisiones que han tomado o puedan tomar nuestros líderes. Pero a pesar de un panorama tan confuso, tengo que decirte que la verdadera paz proviene de Dios, en Juan 14:27 Jesús le dice a sus discípulos y hoy a ti y a mi “Mi paz os dejo, mi paz os doy”. La versión bíblica que hoy utilizamos nos dice pero la paz que yo os doy no es como la que ofrece el mundo, ¡Gloria a Dios!

La paz que proviene de Dios no depende del mundo físico, no depende del ambiente natural que nos rodea. Depende de nuestra relación con Dios, depende de nuestra fe. Hebreos 11:1 nos dice “Es pues la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Puede que estemos viviendo momentos difíciles pero nuestra fe en el Gran Yo Soy nos hace ver más allá de lo que nuestros ojos naturales ven, nuestra fe en Dios nos hace entender que a pesar del hoy, de las circunstancias y de la oscuridad, hay paz en medio de todo ese proceso. La paz de Dios ya es nuestra. No es una paz externa, pero sí la paz que proviene de Dios, aquella que en medio de todo nos hace sonreir, adorar y alabar. Nos da la gran esperanza de una verdadera paz, tanto interna y que podremos proyectar externamente, porque tenemos a Dios en nuestras vidas.

No estoy hablando de la paz que sale de la boca para afuera, porque el mundo lo que te ofrece es eso precisamente, una paz momentánea, un jueguito del enemigo para confundir tu vida y hacerte creer que sin Dios puedes tranquilo. No es así, la verdadera paz viene de nuestro Rey y Señor. Una paz que sobrepasa todo entendimiento, que aunque todo parece caer encima de ti, tú estarás tranquillo porque tienes la paz que sólo Dios puede dar. Luego, en ese mismo versículo en Juan 14 nos dice “No estéis, pues, preocupados ni temerosos”, Entiendes lo que realmente significa esas palabras tan poderosas de Jesús. Sí, tenemos la paz de Dios, nos dió ese hermoso regalo y lo dejó en nuestros corazones, si nos otorgó el derecho a la paz entonces no hay porque preocuparse, porque Él tiene el control, en el Kairos de Dios todo será puesto en su lugar. No hay porque estar temerosos o preocupados porque Dios nos ha dejado su paz. Él tiene el control de todo y escucha tus oraciones, simplemente creéle y vive caminando hacia tu victoria, pero hazlo en paz, aquella que Dios nos ha dado.

Hoy debes vivir confiado en que todas las promesas que Dios ha dado en su palabra son tuyas, debes vivir sabiendo que nada escapa de sus manos, que Dios tiene el control, no te preocupes, no se turbe tu corazón. Mientras esperas, trabaja y controla tus emociones, ¡Vive en la paz de Dios!

Sabes, la paz de Dios nunca nos dejará. Pueden haber guerras, rumores de guerra, confrontaciones, problemas económicos, traición, dolor o muerte, pero sabes que Dios no te dejará, su paz está en los más íntimo de nuestro ser. Esa paz que sólo Dios puede dar nos da la seguridad de que no estamos solos y que el momento de angustia terminará.

Haz tuyas estás palabras que hoy Dios te ha regalado, no mires el hoy, sin ver la mano de Dios en todo lo que acontece. No sientas miedo Dios nos ha regalado su paz, su amor y la fe para que tengas esperanza de una vida plena en Cristo Jesús. ¡Camina en victoria hacia tu milagro! ¡Vive tranquilo, porque tienes en ti la paz de Dios!

¡Mi paz os dejo, mi paz os doy; pero la paz que yo os doy no es como la que ofrece el mundo. No estéis, pues, preocupados ni temerosos!

Clamemos y oremos a Dios por Puerto Rico, por nuestra gente y por nuestros gobernantes. Clamemos para que nuestra gente linda vuelva su mirada a Dios y busquen la paz que sólo Dios puede dar.

La palabra de Dios es clara y nos dice en 2 Crónicas 7:14, “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra." Clamemos a Dios para que sane nuestra tierra, que su paz sea real en nuestro pueblo y que volvamos a ser la Isla del Cordero. Pueblo de Dios, clama a Dios, nuestro pueblo necesita de Él. Nuestra gente necesita la paz de Dios en sus vidas. Tenemos la autoridad para decretar a Puerto Rico una tierra en la que abunde y aún más en la que se desborde el amor y la paz de Dios.

¡Sean Bendecidos Poderosamente!
Por: Débora E. Portalatín Rosario



martes, 13 de octubre de 2009

Mi Torre Fuerte, Mi Escudo, El Dios de mi Misericordia




Salmos 61:3-4 (Reina-Valera 1960)
3 Porque tú has sido mi refugio, Y torre fuerte delante del enemigo. 4 Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre; Estaré seguro bajo la cubierta de tus alas. Selah

Salmos 59:16-17 (Reina-Valera 1960)
16 Pero yo cantaré de tu poder, Y alabaré de mañana tu misericordia; Porque has sido mi amparo Y refugio en el día de mi angustia. 17 Fortaleza mía, a ti cantaré; Porque eres, oh Dios, mi refugio, el Dios de mi misericordia.

Como todos sabemos, David fue un humilde pastor de ovejas escogido por Dios y ungido para ser rey de Su pueblo, rey de Israel. Cuando leemos su historia en la Palabra de Dios podemos ver que David se convirtió en un gran guerrero hallando gracia y honra ante el pueblo de Israel, pueblo el cual era gobernado por el rey Saúl. Si no conoces la historia de este personaje tan importante de la Biblia te invito a que vayas a los libros de Samuel y conozcas quién fue David.


Lo que deseo enfatizar en esta reflexión acerca de David es el nivel de confianza que éste tenía en su Dios. David fue perseguido por el rey Saúl a causa de los celos de éste, estuvo en peligro de muerte en muchas ocasiones, afligido y agobiado ante una persecución sin sentido. Muchas veces de la misma manera y por muchas razones a veces ilógicas, nosotros también hemos sido o estamos siendo perseguidos. Quizás hemos sido víctimas de celos, odio, envidias, calumnias en contra nuestra, injusticias, mentiras, etc.


Me imagino la angustia y el dolor que sentía David al tener que andar escondiéndose para librarse de la muerte a causa de una persona a la cual él amaba y honraba. Si prestamos atención a estos salmos citados hoy, podemos ver que David en medio de la persecución y la angustia no dejó de adorar a su Dios. David sabía a quién clamar y él tenía la certeza de que el Dios de Israel así como estuvo con él cuando se enfrentó al gigante Goliat, también estaría con él para librarlo de aquellos que le perseguían y oprimían.


David sabía que en medio de su aflicción podía cantar y entonar alabanzas a su Dios porque él reconocía que Jehová era su refugio y su fortaleza. Reconocer en nuestras vidas en medio del dolor, la persecución y cualquier circunstancia que estemos enfrentando, que Dios es nuestra Torre Fuerte y nuestra Fortaleza nos da aliento y fuerzas para enfrentar a nuestros enemigos con nuestras cabezas en alto. Reconocer como David, que el estar en Su tabernáculo y estar amparado bajo la cubierta de las alas de Dios es algo que debilita a nuestro enemigo. Si lees la historia completa de David sabrás que el rey Saúl era atormentado por un espíritu malo el cual huía tan pronto David tocaba su arpa. El enemigo huye de ti cuando abres tu boca para decretar y declarar lo que te pertenece como hijo de Dios. El enemigo se debilita cuando abres tu boca y adoras a Dios, cuando tocas tu instrumento (si eres músico) en honor al que merece la gloria, cuando adoras en espíritu y verdad las tinieblas desaparecen porque estás renovando el propósito de todo lo que fue creado, levantar adoración a Dios aún en medio del dolor y la aflicción.


Canta del poder de nuestro Dios en todo tiempo. Proclama que él es tu fortaleza, tu refugio y el Dios de tu misericordia. Si lo ves literalmente como tu torre y tu escudo podrás ver que nuestro Dios es una gran barrera que no permitirá que nada malo te toque. Él es nuestra fortaleza, nuestro refugio y nos cubre con sus alas de amor. Dios te bendice.


Por: Enid Damaris Zamora ©

lunes, 12 de octubre de 2009

Tenemos Poder, Tenemos su Paz

Salmo 29:11
11 Jehová dará poder a su pueblo; Jehová bendecirá a su pueblo con paz.

La Palabra de Dios está llena de promesas para su pueblo desde el principio hasta el fin, promesas para todo tiempo y todo tipo de circunstancias. Me regocijé cuando leía la Palabra de Dios y me tropecé con este versículo, que leyendo en mi Biblia de promesas está marcado como una de ellas.


Nuestro mundo, nuestro país y nuestro entorno ciertamente hoy día está sufriendo violencia, problemas económicos, y un sin número de situaciones que ya todos conocemos. Sé que muchos de los que leen en este momento han sido quizás victimas de la situación tan lamentable por la cual está pasando nuestra Isla de Puerto Rico, también conocida para aquellos que leen desde otros países, como la Isla del Cordero. Una isla que tiene mucha gente consagrada al Señor, hombres y mujeres de fe que forman parte del Pueblo de Dios.


A ti Iglesia quiero llamar tu atención, pues esta promesa en este salmo es para ti. Somos el pueblo de Dios, Nación Santa, Real Sacerdocio, Linaje Escogido, Pueblo Adquirido por Dios. Todo eso somos y como tales dice Su Palabra que hemos sido llenos del poder y de la autoridad que Cristo nos ha dado para clamar y pelear la batalla en contra del enemigo, de la cual ya tenemos la victoria. Jehová nos ha dado el poder como su pueblo de alzar nuestras voces y en medio de las circunstancias que se están viviendo, clamar unidos como pueblo y recibir la bendición de paz que él nos ha prometido.


Como hijos de Dios hemos sido revestidos de poder, un poder para que sea manifestada la gloria de Dios a través de su pueblo. Hemos sido llamados a orar, clamar y predicarle al mundo y a nuestro país que nuestro Dios está con nosotros y que mientras le clamemos y le adoremos no tenemos por qué temer. Te invito a que seas parte de la bendición de predicar la paz en medio de toda circunstancia negativa. Sabemos que no es fácil el proceso, pero como pueblo de Dios debemos de dar el ejemplo de que vivimos confiados en que nuestro Dios suplirá cada una de las necesidades que tengamos.


Guardemos nuestros testimonios, que el mundo vea, y que todos puedan ver la paz y la luz de Cristo brillando en ti. Hagamos la diferencia entre tanto dolor, desaliento y desespero. Seamos portadores de la paz que sólo Cristo puede dar, que los demás puedan ver que aún en medio del caos podemos sentirnos tranquilos y confiados pues nuestro Dios está con nosotros. Espera en Jehová, espera en su justicia, dejemos que sea él quien pelee por nosotros y seamos portadores de su gloria. Recuerda...."Jehová te dará el poder y Jehová te bendecirá con su paz." Dios les bendice.


Enid Damaris Zamora ©

domingo, 11 de octubre de 2009

Triunfantes en Cristo

2 Corintios 2:14-17
14 Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. 15 Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; 16 a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente? 17 Pues no somos como muchos, que medran falsificando la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo.


Cada mañana que me levanto, puedo sentir que Dios me ha dado otra Victoria más en mi vida. ¿Por qué? Porque al saber que tengo la oportunidad de vivir otro día más y de proclamar Su evangelio por este medio tan poderoso (Internet) o en cualquier lugar que me encuentre,me hace sentir en victoria. Dios es fiel en toda sus promesas y cuando él nos dice en Su Palabra que somos triunfantes en Él es por que lo somos, sólo tenemos que confiar a diario en cada una de sus promesas y el resto él lo hará.


No dejes que los problemas, la soledad, el sufrimiento por una pérdida de un ser querido o porque pienses que lo has perdido todo, impidan que tengas una relación con nuestro Padre Celestial, él entiende cada uno de tus sufrimientos y frustraciones, deja que sóo Él tome el control de tu vida. Te darás cuenta que cuando sueltes tu carga y se la entregues te sentirás victorioso y vivirás plenamente confiado.


Cuando me siento a escribir estas palabras, que salen desde lo mas profundo de mi corazón, le pido a Dios que sean unas de edificación para todo aquel que las lea, y no simplemente palabras vacías, por que Dios es el que me inspira y pone en mi pensamiento lo que luego yo les imparto a todos ustedes con todo mi corazón. Lo que Dios ha hecho en mi vida es grande, tanto así, que lo puedo sentir a cada momento. Como por ejemplo cuando veo a mis hijos sonreír, cuando miro a mi alrededor y digo: " gracias Dios por todo lo que tú me has regalado y por haberme sacado del sufrimiento que sentía hace un tiempo atrás", y muchas otras cosas que yo le entregué, porque entendía que con mis propias fuerzas no podía lograrlas y él se manifestó grandemente haciéndolas posibles cuando yo pensaba lo contrario.


¡Que bueno es el Señor! Dios quiere que triunfemos cada día en él y que seamos como él, porque el nos creó a su imagen y semejanza, y aunque pienses que suene imposible, no lo es. Hoy Dios te dice que confíes en él, no dejes que el tiempo pase y tu problema o situación empeore, atrévete a dar el paso y ponlo todo en las manos del Señor. Te darás cuenta que es lo más maravilloso que nos puede pasar, vivir con él y para él.


Yo quiero vivir cada día de mi vida adorando a Jesús y sintiendo que cada una mis acciones en esta vida suben como grato olor ante su Presencia. Te invito a que formemos parte de un sólo cuerpo, el Cuerpo de Cristo, y que vivamos ¡Día a Día en Victoria con Jesús!¡Sean Bendecidos!


Por: Yomarie Rosario Centeno

sábado, 10 de octubre de 2009

Frente a ti mi Cristo

Salmo 145: 14-21
El Señor es fiel en todas sus palabras
y bondadoso en todas sus acciones.
14 El Señor sostiene a los que caen
y endereza a los que están encorvados.
15 Los ojos de todos esperan en ti,
y tú les das la comida a su tiempo;
16 abres tu mano y colmas de favores
a todos los vivientes.
17 El Señor es justo en todos sus caminos
y bondadoso en todas sus acciones;
18 está cerca de aquellos que lo invocan,
de aquellos que lo invocan de verdad.
19 El Señor cumple los deseos de sus fieles,
escucha su clamor y les da la salvación;
20 el Señor protege a todos sus amigos
y destruye a los malvados.
21 Mi boca proclamará la alabanza del Señor:
que todos los vivientes bendigan su santo Nombre,
desde ahora y para siempre.

La adoración a Dios implica mucho más que cantar alabanzas al creador. Es el momento en que te olvidas de todo, preocupaciones, familia, trabajo, compras, amigos y actividades para rendirte ante el Creador del Universo y de la vida. Rendirte ante quien tiene misericordia de ti y te cuida en todo momento.

Si tan sólo pensamos que constantemente Dios está frente a nosotros, protegiéndonos de peligros, llevándonos en sus brazos cuando las cargas son tan pesadas que no podemos con nuestras fuerzas físicas llevarlas. Si tan sólo abriéramos nuestros ojos espirituales para ver su majestad y gloria en medio de todo lo que nos rodea. Nuestra voz se levantaría exaltando las grandezas de nuestro Dios.

Estar frente a ti mi Cristo, es vivir en constante adoración, estableciendo su gloria y reino en todo lugar. Estar frente a ti mi Cristo, es quedarme en silencio, sólo para escuchar tu voz y hacer tu voluntad, para que tu propósito sea cumplido en mi vida. Estar frente a ti mi Cristo es servir en la Casa en la que me has puesto, es estar dispuesto a hacer lo que tú quieras aún cuando no lo pueda entender. Estar frente a ti mi Cristo es vivir rodeado de tu gloria, cantando, adorando y danzando para ti mi Eterno Rey. Es agradecerte con mi vida el hermoso sacrificio que hiciste tú mi Jesús en la Cruz del Calvario llevando mis pecados, aún cuando no merecías esa muerte tan cruel.

Estar frente a ti mi Cristo es exaltarte, alabarte, bendecir tu nombre y establecer tu reino aquí en la tierra. Es alabarte a viva voz proclamando tu santidad, tu majestad, tu poder y tus atributos que son innumerables.

Estar frente a ti mi Dios es proclamar tu nombre en todo lugar. Entiende que a todo lugar donde vas es porque Dios te llevó ahí, quizás no lo creas, pero estás ahí para proclamar las grandezas de Dios y porque hay un propósito divino en todo. Estás ahí para alabarle a viva voz llevando palabra de amor, aliento y salvación a aquellos que lo necesitan.

Estar frente a ti mi Cristo, es ver al necesitado y ofrecerle una palabra de restauración, da darle un abrazo y decir “Dios te ama y te quiere bendecir”. Estar frente a Cristo es proclamar su evangelio en todo momento, en todo lugar y a todos aquellos que nos rodean. Es vivir sirviendo al necesitado, mostrando el maravilloso amor de Dios en todo lo que hacemos.

Estar frente a ti mi Cristo es vivir feliz aún cuando las circunstancias parezcan desfavorables, aún cuando un huracán se levante en tu contra. Porque viviendo frente a Cristo y con Cristo, creyéndole a Él y sirviéndole, su gracia nos cubrirá y todo será transformado para la Gloria de nuestro Rey y Redentor. Es estar frente a nuestro Soberano Rey, sin inhibiciones, estableciendo una relación única y perfecta ante quien merece toda gloria, honra y honor. Frente a ti mi Cristo quiero estar los 365 días del año 24/7, disfrutando de tu gloria, viviendo en la plenitud del espíritu. Reconociendo que mi ser entero te pertenecen OH Dios.

Hoy te pido que reflexiones sobre tu vida y como sería si vives pensando que constantemente estás frente a tu Soberano Rey. Háblale sinceramente, ríndete a Él, pide que abra tus ojos espirituales y que puedas verle, que te muestre su gloria y que puedas contemplar su majestad.

Se que día a día le dirás “frente a ti mi Cristo, quiero ser mejor ser humano, quiero adorarte en espíritu y verdad, quiero servir y quiero amar tal y como tu me haz amado a mi”.

Estar frente a ti mi Cristo implica mucho más que respirar, implica respirar para ti, vivir para ti y honrarte a ti en todo lo que haga. Estar frente a ti mi Cristo es hacer la diferencia en una tierra que esta siendo atacada por el enemigo, es establecer el Reino de Dios en Puerto Rico, en España, en Honduras, en Nicaragua, en Rusia, es establecer el Reino en la tierra que Dios nos ha dado.

¡Seas Bendecido!
Por: Débora E. Portalatín Rosario