domingo, 6 de septiembre de 2009

Creer en lo que es Humanamente Imposible


(TESTIMONIO PERSONAL)

Desde mi juventud tuve muchos problemas con mi ciclo menstrual, lo cual los médicos me diagnosticaron desde mis quince años que nunca podría tener un hijo. Pasaron los años y luego fue diagnosticada con endometriosis y varios quistes en los ovarios. Al pasar de los años esto seguía intensificándose, y no había mejoría. Hace 11 años atrás me casé y aunque los médicos diagnosticaron que nunca podría tener un hijo, ya que médicamente era imposible, Dios nos prometía y nos recordaba que enviaría un hijo (a) y una sorpresa que sería una hermosa bendición para nuestra vida.


Cada día vivíamos tranquilos mi esposo y yo disfrutando de nuestra compañía sin afanarnos en pensar en esto, simplemente seguros que en todo Dios tenía propósito. Aunque en mi corazón seguía el anhelo de un bebé, y le decía a Dios, ¿cómo es posible que otras mujeres puedan tener hijos, y los maltratan y yo que anhelo tanto este momento no pueda? Dios... le preguntaba, ¿y qué hago con todo este amor que tengo en mi corazón que deseo regalarle a un bebé? Cuando llegaba el día en el que se celebran las madres, te confieso que no era mi día favorito, era un día dentro de mi corazón muy triste, aunque mi rostro no lo reflejara, Dios si conocía mis verdaderos sentimientos. Agradezco a Dios por mi esposo porque su apoyo fue muy de relevancia en todo mi proceso, ya que siempre me decía yo te amo mucho más cada día no importando que no tengamos un hijo, siempre fue mi consuelo cuando más necesite de él.


Pasaban los años y mi condición médica seguía más fuerte, fui sometida a varias intervenciones quirúrgicas a causa de mi sangrado anormal; hasta que un momento dado el año pasado del 2008 hago todos los trámites pertinentes para hacerme una operación en la cual removieran todos mis órganos reproductivos, ya que para mí los dolores eran insoportables, y llegó hasta un momento que hasta mi Fe llegó a dudar porque todo a mi alrededor me hacía olvidar las promesas que Dios me había dado acerca de un hijo(a). Dialogamos mi esposo y yo, acerca de esta operación a la cual quería realizarme y todo según nosotros iba bien, estábamos orando por esta gran decisión a tomar y luego de varias semanas de oración me comenta mi esposo: “mi amor sabes que, no siento paz en mi corazón, espera que no es el tiempo de Dios.” Así que decidí a esperar en Dios y obedecer. Pensé pues entonces ya terminará todo esto. Recuerdo que comencé a activar mi FE, haciendo lo que la Palabra dice que hagamos que confesemos con nuestros labios y como nos dice en el Evangelio de Mateo 16:19 “Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.”


Cada día declaré que estaba sana y ponía la mano en mi vientre y lo declaraba sin cesar, aunque para hacerme dudar los dolores seguían más fuertes, y yo con más fuerzas me levantaba y seguía diciéndolo, que Jesús me había sanado como a la mujer del flujo de sangre, y venía a mi menta esta palabra: “De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho. Mat 21:21Recuerdo que el año pasado estuvimos ministrando en un Congreso al cual fuimos invitados, la palabra que mi esposo me había dado, fue confirmada por Dios mismo, utilizando a un Pastor (que no sabía nada de lo que estaba pasando en nuestra vida), el cual trajo una Palabra de que iba a tener mi bebé anhelado pronto, y que fuera buscando el nombre. Seguimos durante todo ese tiempo de espera de 11 años de casados confiando en Dios, sabiendo que la fe es la garantía de lo que se espera, y en el mes de marzo de este año 2009 recibimos la grata noticia de que tenía ya nueve (9) semanas de embarazo. ¡Gloria a Dios!


Fue una gran alegría para ambos, de repente era algo tan deseado que de repente hasta me quedé como sin poder reaccionar, hasta que solo mi reacción fue solo llorar, era el MILAGRO deseado en mi vida, lloraba de alegría y hasta de susto, y ahora ¿seré una buena madre? Quiero dar lo mejor de mí pensaba y mi esposo y yo comenzamos a darle gracias a Dios por lo que hizo.¡Dios es GRANDE Y SUS PROMESAS SON EN EL SI Y AMÉN! (“Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por nosotros para la gloria de Dios. 2Co 1:20 RV 2000) ¡Estamos muy felices! mi esposo Perucho y yo, por esta gran recompensa de Dios.¿Hay algo imposible para el creador nuestro? Nosotros seguiremos mas arduamente haciendo su voluntad. Creemos que Dios es fiel con sus hijos, y nosotros deseamos cada día serle fiel a Dios con toda nuestra vida.


Deseo animarte mujer y hombre a que no desfallezca tu fe, levántate y cree que Dios sigue haciendo milagros cada día y El no ha cambiado. Sigue creyendo que Dios no retarda sus promesas, que si Dios te dijo que haría… DEFINITIVAMENTE El cumplirá. No importa el tiempo que pase Él no se olvida, solo confía que El cumple lo que promete. El Señor es fiel.Dios te bendiga.

Por: Esmeralda Arroyo ©


E-mail: arroyoesmeralda@gmail.com Tel. 956-285-8563Faro de Luz Ministries 2009 Nos gustaría que nos dejaras saber cómo este mensaje ha sido de bendición para tu vida por favor escríbenos y déjanos saber tu testimonio a: http://www.esmeraldaarroyo.com/compartetutestimonio.htm

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.