lunes, 14 de septiembre de 2009

Amar como Dios te Ama a Ti

1 Juan 4

9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros: en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por él. 10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo en expiación por nuestros pecados. 11 Amados, ya que Dios nos amó así, también nosotros debemos amarnos unos a otros.
21 Y tenemos este mandamiento de parte de él: El que ama a Dios ame también a su hermano.

¡El amor de Dios es perfecto! Cuando Dios pensó en el ser humano, lo hizo con el más puro amor. Miró al hombre, creación suya con ojos de amor. Dios no pensó en los pecados del hombre, pensó en como redimir al hombre del pecado. Por esto y para esto envía a su Hijo Jesús para que muriera por los pecados de todos nosotros.

¡El amor de Dios es incondicional! El Gran Yo Soy no pone ninguna condición para que podamos recibir su amor y su perdón. Simplemente debemos reconocer que Él es Dios, aceptarlo en nuestro corazón, confesarlo con nuestra boca y vivir para servir en el Reino. Dios no nos ama porque nosotros le amamos. Fíjate si es así, que aunque le hemos dado la espalda a Dios muchísimas veces, Él nos sigue amando a través del tiempo. Y cuando por fin reconocemos que sin Dios no podemos vivir bien, Él esta ahí para extender su mano hacia nosotros, abrazarnos y brindarnos su amor.

Podría seguir describiendo el amor de Dios, sin embargo lo que quiero llevarles hoy es a reflexionar sobre el amor que demostramos a nuestros hermanos en la fe, a nuestros amigos y en general a nuestro prójimo. A través de toda la Biblia vemos como Dios nos aconseja a amar a nuestro prójimo. Amar, es un verbo que indiscutiblemente muestra acción. Más que amar al prójimo la Biblia nos dice, que debemos hacerlo como nos amamos a nosotros mismos.

Una mañana camino a mi trabajo, iba yo reflexionando sobre ese mandamiento que Dios nos dio, “amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos”, Luego de darle vueltas a este pensamiento, me pregunté ¿Será posible amar de esta forma? Todos nosotros nos amamos muchísimo, nos gusta sentirnos bien, vivir felices, estudiar, hacer todas nuestras comidas, descansar el tiempo requerido, tener trabajo, nos gusta sentirnos aceptados por las personas que nos rodean y queremos vivir en paz. Pero como nos amamos tanto, nos sentimos mal cuando sabemos que alguien habla de nosotros, odiamos los chismes que se levanten en contra de nosotros y sufrimos cuando nos tratan mal o cuando no somos aceptados.

Partiendo de lo antes expuesto, entendemos que nos amamos sin inhibiciones, profundamente y con el más puro amor. Como el pueblo de Dios que somos, debemos seguir sus preceptos y mandamientos. Si somos gente de Dios ¿Por qué entonces no hemos podido o no podemos amar a nuestro prójimo como Dios nos ha mandado? ¿Por qué es tan difícil hacerlo?

¡Ama a tu prójimo, como Dios te ama a ti! Ama de la misma forma, Él es nuestro mejor ejemplo. Jesús en su caminar por la tierra, siempre fue amoroso, compasivo, humilde, desprendido y mostró la importancia del servir. Seamos igual que Jesús, mostremos el amor de Dios a nuestros hermanos, llevemos el verdadero mensaje del evangelio a todo aquel que lo necesite. Vivamos haciendo el bien y viviendo para servir.

A nuestro alrededor hay mucha necesidad, los tiempos que estamos viviendo son unos difíciles, pero nosotros como miembros del cuerpo de Cristo no debemos tener miedo a los tiempos ni a las circunstancias. Confiemos en Dios y vamos a darle la mano y nuestro amor a todos aquellos que viven en necesidad. Si vamos a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, es tiempo de darle de comer al que lo necesita, es tiempo de abrazar y tenderle la mano al que está en tristeza y dolor. Es tiempo de dejar de hablar en contra de los compañeros de trabajo, de algún familiar y hasta de personas que no conocemos, no estamos para juzgar, estamos para edificar y ayudar al que lo necesita. Si vamos a amar a nuestro prójimo como Dios nos ha amado a nosotros es tiempo de ser compasivos, de ser humildes y de servir a todas las personas que nos rodean. ¡Hagamos la diferencia!

La Biblia nos da las herramientas para adquirir el conocimiento necesario y que podamos amar a nuestro prójimo, veamos:
No hables falsos testimonios en contra de nadie – Levítico 19:16 nos dice “No andes difundiendo calumnias entre tu pueblo, ni expongas la vida de tu prójimo con falsos testimonios, Yo soy el Señor”.
No codicies sus bienes – Éxodo 20:17 “No codicies la casa de tu prójimo, no codicies su esposa, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su burro ni nada que le pertenezca”.
Si pides prestado, devuelve – Éxodo 22:26 – “Si alguno toma en prenda el manto de su prójimo, deberá devolvérselo al caer la noche”.
No le robes – Levítico 19:11, “no roben”. Levítico 19:13 “No explotes a tu prójimo, ni lo despojes de nada”.
No divulgues sus secretos – Proverbios 25:9 “Defiende tu causa contra tu prójimo, pero no traiciones la confianza de nadie”.
Consuela a tu amigo en todo momento – Proverbios 17:17 “En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia”.
Ora por tu prójimo – Job 42:10 “Después de haber orado Job por sus amigos, el Señor lo hizo prosperar de nuevo y le dio dos veces más de lo que antes tenía”.
No lo engañes – Proverbios 3:28 “No digas a tu prójimo; anda y vuelve, y mañana te daré, cuando tienes contigo que darle”.
Guíalo – Proverbios 12:26 “El justo es guía de su prójimo, pero el camino del malvado lleva a la perdición”.
No lo desprecies – Proverbios 14:21 “Es un pecado despreciar al prójimo; ¡dichoso el que se compadece de los pobres!”.
No te metas en sus cosas – Proverbios 25:17 “No frecuentes la casa de tu amigo; no sea que lo fastidies y llegue a aborrecerte”.
No hagas que quede mal- Habacuc 2:15 “¡Ay de que ti que emborrachas a tu prójimo! ¡Ay de ti, que lo embriagas con vino para contemplar su cuerpo desnudo!
Obediencia a Dios – 1 Pedro 1:22 “Habiendo purificado vuestras almas en obediencia a la verdad para un amor fraternal no fingido, amaos los unos a los otros ardientemente y de corazón puro”.
Juan 13:34 “Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros. Como os he amado, amaos también vosotros los unos a los otros”.

La Biblia es nuestra guía, en ella encontramos las más grandes verdades y los mejores consejos para vivir en el perfecto amor de Dios. Ama tal como Dios te ha amado a ti, sigue su palabra, sólo así tendrás paz, felicidad y crecerás perfeccionandote en el amor.

¡Bendecidos!
Débora E. Portalatín Rosario ©

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.