miércoles, 29 de julio de 2009

Alaben y Canten al Señor

Salmos 117 (Nueva Versión Internacional)

1 ¡Alaben al Señor, naciones todas! ¡Pueblos todos, cántenle alabanzas! 2 ¡Grande es su amor por nosotros! ¡La fidelidad del Señor es eterna! ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!


Este es el salmo más corto en la Biblia. En el original hebreo está compuesto sólo por 17 palabras. Se trata de un canto especial de alabanza y adoración del pueblo de Israel. Sin embargo, en Romanos 15:11, Pablo cita este salmo para mostrar la salvación de Dios a todo su pueblo. La salvación para todas las naciones, pueblos y personas que reconozcamos a Dios como nuestro Salvador y Rey de nuestras vidas. ¡Wow!

Este salmo invita a todas las naciones de la tierra a alabar y engrandecer el nombre del Señor nuestro Dios. ¿Cómo pueden todas las naciones y pueblos de la tierra adorar a Dios? Simple, sin ciencia y sin teorías de hombre; solo tenemos que alabarle sinceramente, con corazón puro y con deseo de dar a Dios lo mejor de nosotros a través de la adoración. Nuestra expresión de adoración debe ser nuestra vida misma. La luz del evangelio y de nuestro Dios en nuestras vidas debe ser el máximo ejemplo de la alabanza a Dios y de nuestro cántico al sublime Rey. Ofreciendo testimonio a las naciones de lo que Dios ha hecho en nosotros.

¡El amor de Dios es grande! Dice la Biblia que “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en Él no se pierda, sino que tenga vida eterna” Juan 3:16. Es un amor como ningún otro, ofreció lo más preciado, a su Hijo para que tú y yo gocemos hoy de una vida plena en Él, con la gran promesa de la Salvación ¡Aleluya! ¡Grande es su amor por nosotros!

Este salmo rompe las reglas gramaticales, fue un cántico de alabanza y victoria en los tiempos del Antiguo Testamento y hoy para nosotros es un cántico de adoración y gratitud a Dios. Gratitud por su gran amor y por su inmensa fidelidad. Dios ha sido, es y será fiel por siempre. Su fidelidad es eterna, no tiene tiempos. A través de toda la Biblia vemos como Dios mostró su fidelidad por su pueblo Israel y como hoy día sigue mostrándola a todas las personas. Dios está siempre listo para atendernos, esta presto a escuchar nuestra oración y contestarnos. Él como nuestro Padre quiere lo mejor para nosotros y sólo espera que le pidamos en actitud humilde y con corazón sincero para Él darnos la victoria. Si sólo meditáramos por 10 segundos todo lo que Jesús tuvo que padecer para darnos salvación, estoy segura que nuestra alabanza no cesaría y estaría de continúo en nuestras bocas.

Hoy, podría enumerar todas las grandes cosas que Dios ha hecho por mí, podría enumerar las cualidades de Dios y podría mencionar las razones que tengo para adorarle. Pero hoy, puedo decir que este salmo nos da dos poderosas razones para alabarle y cantarle que son; su grande amor y su eterna fidelidad. Suficiente para decir “Por eso te alabaré entre las naciones; cantaré salmos a tu nombre” Romanos 15:9 ¡Alabado sea el Señor!

¡Bendecidos!

Por: Débora E. Portalatín

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