Apocalipsis 5:11 - 12
¹¹ Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos, y su número era millones de millones, ¹² que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.
La definición de la palabra Soberano, destaca que es aquel que posee o ejerce la autoridad suprema e independiente. También nos dice que es quien tiene autoridad suprema del poder público, sobre un territorio y sus habitantes. Demuestra excelencia y superioridad. Entre sus características están; independencia, libertad, autonomía, mando, señorío, imperio, reino, dominio, superioridad, poder, poderío, influencia, facultad, capacidad, excelencia, majestad, magnificencia, entre muchas otras.
A través de los años nos han enseñado que Dios es Rey Soberano, hemos escuchado eso en mensajes, alabanzas y canciones cristianas. Pero, ¿Realmente hemos entendido la Soberanía de nuestro Rey y Señor? ¿Vemos a Dios cómo ser supremo y Soberano Rey? ¿Le exaltamos y adoramos como Rey Soberano o simplemente cumplimos con cantar y alabar? Es hora de analizar nuestros pensamientos, organizarlos y entender lo que es Dios para nosotros. Entre muchas cosas, para mí Dios es mi Soberano Rey.
Si sólo entendieras que Dios es Soberano Rey, te darías cuenta que tenemos que obedecerle en todo, que debemos rendirnos a Él y vivir en el propósito que Dios tiene para nuestras vidas. Su soberanía va más allá del hoy, traspasa tiempo, espacio y límites impuestos por los hombres. Va más allá del tiempo malo, de la dificultad, de la pobreza, traspasa todo cuanto la mente humana no puede entender, porque su soberanía es eterna. Por lo tanto, nuestro objeto de adoración y alabanza debe ser siempre hacia nuestro Rey,
Es Dios omnipotente, excelso, admirable, nada ni nadie hay superior a Él, es el creador de todo lo que existe y es Todopoderoso, entonces ¿cómo no adorarle, cómo no amarlo?, si todo lo que tenemos, lo tenemos por nuestro Rey y Señor. Si sólo pensáramos en su poderío, su inmenso amor y su majestad caeríamos de rodillas dando gracias, honra y gloria a quien nos hizo sus hijos y herederos a través de la muerte de su hijo en la cruz del calvario.
Dice la definición antes escrita que soberano destaca superioridad, autoridad suprema y poder. Así que nuestra confianza debe estar 100% siempre puesta en nuestro Soberano Rey, porque no hay situación, depresión, hambre o pobreza que pueda resistirlo, Él es supremo y tiene toda la autoridad para colocar todo en perfecto orden para sus hijos. Nuestra salvación proviene de Él, nuestro gozo proviene de Él, nuestra esperanza está puesta en Él. Nuestro Rey es digno de que tengamos toda nuestra confianza puesta en Él.
El ejemplo más grande de su soberanía está plasmado en la Biblia. Desde el Génesis hasta el Apocalipsis, se demuestra claramente el control y la autoridad que Dios tuvo con su pueblo y con todos los que en Él creyeron. Su majestad está plasmada en cada historia bíblica y vemos como muchas veces aún cuando las circunstancias parecían adversas el amor, la compasión y el poder de nuestro Soberano Dios hicieron posible lo que pareció imposible. Su poder y soberanía es sobrenatural. ¡Dios tiene el control! ¡Dios tiene el poder!
Activemos nuestro espíritu para adorar sinceramente a quien toda adoración merece, nuestro Rey Soberano, El Gran Yo Soy, Dios Omnipotente. Como Soberano Rey, debe ser el centro de nuestras vidas, debemos dar al Rey, el primer lugar. Primero es Dios, exaltarle, alabarle, adorarle en Espíritu y verdad nos darán victoria en medio de la guerra, nos brindarán paz en medio de la tormenta y nos dará gozo en medio del dolor. Rey de toda la creación, Supremo Rey, rindamos a Él todo nuestro ser, permitamos que su poder inmenso trabaje y transforme nuestras debilidades para su gloria y honra.
Como Soberano Rey, hay cosas que Él no puede hacer. Sí… no te sorprendas. Nuestro Soberano Rey no te puede mentir, no te va a dejar, no te desamparará, no te abandonará, no puede cambiar y no puede pecar. Él es Soberano Rey, es Perfecto, Santo, Fiel, Misericordioso y te ama con eterno amor. Adoremos a nuestro Rey, subamos al cielo una adoración genuina a nuestro Dios, rindamos honra y honor al Rey del Universo y de nuestras vidas.
Oración a Nuestro Soberano Rey: “Dios, Soberano Rey rendimos a ti nuestras vidas, nos postramos ante ti reconociendo tu poderío, autoridad y majestad. Recibe nuestra adoración como olor fragante ante ti, hoy queremos darte nuestra adoración y alabanza. No queremos pedir, queremos darte todo lo que mereces como Dios y Rey. Eres majestuoso, hermoso, maravilloso y te exaltamos por tu poderío y gran amor. Gracias Dios por todo lo bueno que nos has dado, Salvación, familia, iglesia, hermanos en la fe, amigos, trabajo, techo y comida. Gracias por todo lo que soy, porque tú me has hecho nueva criatura.” ¡Te amamos Dios! ¡Amén!
¡Sean bendecidos!
La definición de la palabra Soberano, destaca que es aquel que posee o ejerce la autoridad suprema e independiente. También nos dice que es quien tiene autoridad suprema del poder público, sobre un territorio y sus habitantes. Demuestra excelencia y superioridad. Entre sus características están; independencia, libertad, autonomía, mando, señorío, imperio, reino, dominio, superioridad, poder, poderío, influencia, facultad, capacidad, excelencia, majestad, magnificencia, entre muchas otras.
A través de los años nos han enseñado que Dios es Rey Soberano, hemos escuchado eso en mensajes, alabanzas y canciones cristianas. Pero, ¿Realmente hemos entendido la Soberanía de nuestro Rey y Señor? ¿Vemos a Dios cómo ser supremo y Soberano Rey? ¿Le exaltamos y adoramos como Rey Soberano o simplemente cumplimos con cantar y alabar? Es hora de analizar nuestros pensamientos, organizarlos y entender lo que es Dios para nosotros. Entre muchas cosas, para mí Dios es mi Soberano Rey.
Si sólo entendieras que Dios es Soberano Rey, te darías cuenta que tenemos que obedecerle en todo, que debemos rendirnos a Él y vivir en el propósito que Dios tiene para nuestras vidas. Su soberanía va más allá del hoy, traspasa tiempo, espacio y límites impuestos por los hombres. Va más allá del tiempo malo, de la dificultad, de la pobreza, traspasa todo cuanto la mente humana no puede entender, porque su soberanía es eterna. Por lo tanto, nuestro objeto de adoración y alabanza debe ser siempre hacia nuestro Rey,
Es Dios omnipotente, excelso, admirable, nada ni nadie hay superior a Él, es el creador de todo lo que existe y es Todopoderoso, entonces ¿cómo no adorarle, cómo no amarlo?, si todo lo que tenemos, lo tenemos por nuestro Rey y Señor. Si sólo pensáramos en su poderío, su inmenso amor y su majestad caeríamos de rodillas dando gracias, honra y gloria a quien nos hizo sus hijos y herederos a través de la muerte de su hijo en la cruz del calvario.
Dice la definición antes escrita que soberano destaca superioridad, autoridad suprema y poder. Así que nuestra confianza debe estar 100% siempre puesta en nuestro Soberano Rey, porque no hay situación, depresión, hambre o pobreza que pueda resistirlo, Él es supremo y tiene toda la autoridad para colocar todo en perfecto orden para sus hijos. Nuestra salvación proviene de Él, nuestro gozo proviene de Él, nuestra esperanza está puesta en Él. Nuestro Rey es digno de que tengamos toda nuestra confianza puesta en Él.
El ejemplo más grande de su soberanía está plasmado en la Biblia. Desde el Génesis hasta el Apocalipsis, se demuestra claramente el control y la autoridad que Dios tuvo con su pueblo y con todos los que en Él creyeron. Su majestad está plasmada en cada historia bíblica y vemos como muchas veces aún cuando las circunstancias parecían adversas el amor, la compasión y el poder de nuestro Soberano Dios hicieron posible lo que pareció imposible. Su poder y soberanía es sobrenatural. ¡Dios tiene el control! ¡Dios tiene el poder!
Activemos nuestro espíritu para adorar sinceramente a quien toda adoración merece, nuestro Rey Soberano, El Gran Yo Soy, Dios Omnipotente. Como Soberano Rey, debe ser el centro de nuestras vidas, debemos dar al Rey, el primer lugar. Primero es Dios, exaltarle, alabarle, adorarle en Espíritu y verdad nos darán victoria en medio de la guerra, nos brindarán paz en medio de la tormenta y nos dará gozo en medio del dolor. Rey de toda la creación, Supremo Rey, rindamos a Él todo nuestro ser, permitamos que su poder inmenso trabaje y transforme nuestras debilidades para su gloria y honra.
Como Soberano Rey, hay cosas que Él no puede hacer. Sí… no te sorprendas. Nuestro Soberano Rey no te puede mentir, no te va a dejar, no te desamparará, no te abandonará, no puede cambiar y no puede pecar. Él es Soberano Rey, es Perfecto, Santo, Fiel, Misericordioso y te ama con eterno amor. Adoremos a nuestro Rey, subamos al cielo una adoración genuina a nuestro Dios, rindamos honra y honor al Rey del Universo y de nuestras vidas.
Oración a Nuestro Soberano Rey: “Dios, Soberano Rey rendimos a ti nuestras vidas, nos postramos ante ti reconociendo tu poderío, autoridad y majestad. Recibe nuestra adoración como olor fragante ante ti, hoy queremos darte nuestra adoración y alabanza. No queremos pedir, queremos darte todo lo que mereces como Dios y Rey. Eres majestuoso, hermoso, maravilloso y te exaltamos por tu poderío y gran amor. Gracias Dios por todo lo bueno que nos has dado, Salvación, familia, iglesia, hermanos en la fe, amigos, trabajo, techo y comida. Gracias por todo lo que soy, porque tú me has hecho nueva criatura.” ¡Te amamos Dios! ¡Amén!
¡Sean bendecidos!
Débora E. Portalatín Rosario
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