martes, 27 de octubre de 2009

Bendice Alma Mía a Jehová

Salmos 103 (Reina-Valera 1960)
Alabanza por las bendiciones de Dios

Salmo de David.

1 Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre.
2 Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios.
3 El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias;
4 El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias;
5 El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila.
6 Jehová es el que hace justicia Y derecho a todos los que padecen violencia.
7 Sus caminos notificó a Moisés, Y a los hijos de Israel sus obras.
8 Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia.
9 No contenderá para siempre, Ni para siempre guardará el enojo.
10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.
11 Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia
sobre los que le temen.
12 Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.
13 Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen.
14 Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo.
15 El hombre, como la hierba son sus días; Florece como la flor del campo,
16 Que pasó el viento por ella, y pereció, Y su lugar no la conocerá más.
17 Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, Y su justicia sobre los hijos de los hijos;
18 Sobre los que guardan su pacto, Y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.
19 Jehová estableció en los cielos su trono, Y su reino domina sobre todos.
20 Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles, Poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra, Obedeciendo a la voz de su precepto.
21 Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos, Ministros suyos, que hacéis su voluntad.
22 Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras, En todos los lugares de su señorío. Bendice, alma mía, a Jehová.

¿Tendremos razones suficientes para alabar y bendecir el nombre de Dios? ¡Absolutamente! Abrir nuestros ojos cada mañana y tener el privilegio de contar con un día más de vida, es razón más que suficiente para bendecir el nombre de nuestro Dios.

Esta mañana tan pronto puse mis pies en el suelo el primer pensamiento que vino a mi mente fue el inicio de este hermoso salmo: “Bendice alma mía a Jehová y bendiga todo mi ser su santo nombre.” Me gozo al saber que en mi subconsciente esté presente la Palabra de Dios y el anhelo por adorar, alabar y bendecir su nombre.

En este salmo el salmista alaba a Dios y reconoce todas las bendiciones que a diario recibimos por parte de nuestro Dios. Mientras escribo esta corta reflexión mi espíritu siente paz, siente gozo al leer todas las bendiciones que el Señor tiene para con nosotros sus hijos. Me deleito al poder bendecir su nombre antes de comenzar a pedirle por mis necesidades. Me deleito al leer la promesa de que sus misericordias son eternas para aquellos que le obedecen y le buscan en espíritu y en verdad.

Mi anhelo al compartir contigo esta Palabra es que al leer puedas sentir lo mismo que yo estoy sintiendo, que puedas abrir tu boca y alabar y bendecir el nombre de nuestro Dios simplemente porque él es Dios. Si aún no le has conocido, te invito a que descubras el gozo de Su salvación y la sensación tan hermosa y la paz que se siente cuando aún en medio de las adversidades podemos alabar y bendecir su nombre sabiendo que él está presente para cubrirnos con sus alas de amor. Exclama a viva voz este salmo. Alaba y bendice el nombre de nuestro Dios. ¡Bendice alma mía a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre!

Dios les bendice

Enid Damaris Zamora

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