lunes, 26 de octubre de 2009

El Refugio del Justo

Salmos 11 (Reina-Valera 1960)

El refugio del justo
1 En Jehová he confiado;
¿Cómo decís a mi alma,
Que escape al monte cual ave?
2 Porque he aquí, los malos tienden el arco,
Disponen sus saetas sobre la cuerda,
Para asaetear en oculto a los rectos de corazón.
3 Si fueren destruidos los fundamentos,
¿Qué ha de hacer el justo?
4 Jehová está en su santo templo;
Jehová tiene en el cielo su trono;
Sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres.
5 Jehová prueba al justo;
Pero al malo y al que ama la violencia, su alma los aborrece.
6 Sobre los malos hará llover calamidades;
Fuego, azufre y viento abrasador será la porción del cáliz de ellos.
7 Porque Jehová es justo, y ama la justicia;
El hombre recto mirará su rostro.

Que bien se siente contar con un Dios de poder en todo momento. Cuando decidí andar en la voluntad de Dios aún en medio de mis defectos y todos mis errores, me dí cuenta que este camino es bien difícil. He podido ver como personas que antes se llevaban bien conmigo hoy día me critican, me viran la cara por no saludarme, no me tratan igual y puedo sentir que hasta me hablan por hablarme y no con sinceridad. Sin embargo, entiendo que esto que me esta pasando es necesario porque Jesús vivió una vida de muchas adversidades y fue criticado y maltratado injustamente siendo Santo y sin ninguna mancha. Hoy pienso y digo, si Dios quiere que nosotros seamos como Él y andemos como Él entonces tenemos que atravesar por situaciones como las que Él tuvo que pasar que no fueron nada fáciles, entonces mi corazón se llena de gozo porque sé, que estoy en el camino correcto y sobre todo dentro de Su propósito.

Dios es el dueño del oro y la plata y desea que prosperemos y si andamos como Él quiere, de una manera integra y justa veremos como en medio de tanta crisis sobreabundará en nosotros todo lo que el Señor tiene para su pueblo. A tal nivel que bendeciremos a todo aquel que lo necesite y todavía tendremos más y más para seguir bendiciendo, eso es lo que Dios hace por sus hijos. No mendigaremos pan sino que compartiremos el que Dios nos regala cada día, también le serán arrebatadas las riquezas al impío y entregadas al justo. Contamos con un Dios de justicia y en el camino pasaremos por lugares difíciles pero no imposibles de cruzar, dejemos que Dios tome el control, por que al final de ese camino recibiremos la recompensa mayor que es encontrarnos de frente con el rostro del Señor, para mí esa será la mayor satisfacción de toda mi vida ¿y para ti?

Si estas siendo perseguido, criticado o tal vez atacado sin razón alguna sólo por vivir una vida justa como el Señor nos pide, pues alégrate porque estás en el propósito de Dios y sobre ti y tu casa serán derramadas lluvias de bendiciones todos los días de tu vida y nunca tendrás necesidad de mendigar al contrario bendecirás a muchos. Enfoca tu mirada al Gran Yo Soy y de lo demás él se encargará, no olvides que la Victoria es nuestra, por medio de nuestro Señor Jesucristo.


Sean Bendecidos
Por: Yomarie Rosario Centeno

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