viernes, 26 de junio de 2009

Jehová es mi Pastor


"Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, yen la casa de Jehová moraré por largos días". Salmo 23


El Salmo 23 es uno de mis salmos favoritos. Desde pequeña lo sé de memoria pues en la escuela bíblica teníamos que aprenderlo, así que desde pequeña a veces en mis oraciones acostumbro a recitarlo. Pero no fue hasta hace poco que mientras lo leía iba dándome cuenta de la bendición tan grande que tiene esta Palabra para nuestras vidas.


Empecé a analizarlo versículo por versículo y descubrí que realmente durante toda mi vida y duarante mis momentos de aflicción, he sido una oveja pastoreada por mi Padre celestial, el cual me ha cuidado de las garras de los lobos, el cual me ha suplido todo lo que he necesitado y cuando han venido momentos de sequías, me ha trasladado a pastos nuevos y frescos en donde he encontrado alivio y respiro en todo momento.


Me di cuenta que ciertamente me ha guiado por sendas de justicia, pues he visto como ha peleado mis batallas, dándome la victoria en todo momento. Él ha confortado mi alma, ha sido bálsamo para mis heridas en medio del dolor y la aflicción. Y he sentido la confianza de saber que él está en todo momento y que no tengo que temer. Ciertamente ha levantado mi cabeza en alto en presencia de mis angustiadores. Me ha ungido para gloria y honra suya y ha llenado mi vida y mi alma de felicidad. Y verdaderamente he visto su misericordia día a día obrando en mi vida. Jehová es mi pastor y con él nada nunca me faltará.


Cuando David escribió este salmo, él sabía muy bien lo que estaba declarando, pues él era pastor de ovejas y daba su vida por ellas. Él al proclamar a Jehová como su pastor, se colocó en el lugar de las ovejas y sabía que su Dios cuidaría de él de la misma manera que él cuidaba de sus ovejas. Te invito a que seas parte de ese redil, que permitas que el Señor sea quien pastoree tu vida y que puedas alcanzar llenar tu espíritu de nuevos pastos frescos y disfrutar de sus cuidados y de su misericordia. Dios te bendice.


Enid Damaris Zamora ©

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