jueves, 26 de noviembre de 2009

A Dios Gracias


2 Corintios 2:14 (Reina-Valera 1960)

14 Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento.


Hoy es un día el cual hacemos un alto, un día el cual separamos todos los años para dar gracias a Dios y compartir en familia y con aquellos seres que amamos. Acostumbramos a dar gracias quizás por todo aquello que diariamente agradecemos, pero lo hacemos en un ambiente de coinonía y hermandad. Le damos gracias a Dios por su provisión, le damos gracias por la salud,por la familia, por las experiencias vividas que nos han hecho crecer y por un sin número más de cosas. Pero hoy, hay algo especial, además de todo lo antes mencionado, hay algo por lo cual yo deseo agradecer a mi Dios. Deseo expresar mi agradecimiento a mi Creador por haberme tenido en sus pensamientos, por diseñar un plan maravilloso para mi vida y por la gracia de ser hecha su hija por medio de la redención de mis pecados.


Quiero agradecerle a Dios por llevarme de triunfo en triunfo, porque a pesar de las adversidades estoy de pie, en victoria y tengo el privilegio de ser portadora de su gloria. Hoy le agradezco al Señor la oportunidad que me ha dado de ser su sierva, de tener salud y las herramientas necesarias para predicar las nuevas de salvación a los débiles, oprimidos, desamparados y a todo aquel que necesite del amor y el perdón de Cristo.


Deseo seguir siendo portadora de su gloria, servir y amar como él me ama y me ha servido a mí. Démosle gracias a Dios por permitirnos ser llamados sus hijos, por darnos acceso a su presencia y ser salvos por su gracia. Démosle gracias a Dios por que podemos contar con un lugar en donde poder ir y habitar juntos en armonía, adorar a nuestro Dios y ser luz en medio de las tinieblas.

Gracias mi Dios por el privilegio y el honor de ser tu sierva.

Sean todos bendecidos,


Enid Damaris Zamora

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Nuestra Confianza está en tí, Jehová


Salmo 33: 20-22 (NVI)

²º Esperamos confiados en el Señor; él es
Nuestro socorro y nuestro escudo.
²¹ En Él se regocija nuestro corazón,
Porque confiamos en su santo nombre.
²² Que tu gran amor, Señor, nos acompañe
Tal como lo esperamos de ti.

Podríamos definir confianza como creer, recibir apoyo, entregar o tener fe en alguien.

¡Confiar! ¡Que difícil! ¿Cuántas veces has confiado en alguien y te ha decepcionado? ¿Te ha defraudado o hasta peor te ha puesto en vergüenza delante de otras personas? Pienso, que de una forma u otra a todos nos has sucedido esto. Y no es para ninguno de nosotros desconocido los sentimientos que esto provoca, coraje, dolor, tristeza y muchos otros más. Es más, es muy probable que digas “No vuelvo a confiar en nadie”, ahora soy yo, yo y yo. Pretendemos aislarnos de todos porque pensamos que todos nos van a defraudar y para que esto no suceda mejor me aíslo y no confío en nadie. Evito confiar en alguien para no volver a ser lastimado.

En el mundo físico debemos tener discernimiento y saber quien es nuestro verdadero amigo y debemos pensar bien y hasta analizar lo que debemos decir o no a aquellos que consideramos nuestros amigos. Debemos saber cuanto podemos confiar en las personas. Si miras a tu alrededor siempre hay gente hermosa que Dios ha puesto a tu lado con propósitos muy hermosos, gente en la que puedes confiar y ofrecer tu amor. Tienes a tus padres, hermosos seres en quien siempre podrás confiar. Yo por ejemplo, con todo lo que amo a mis padres se me hace difícil decirles situaciones por las que estoy pasando, confiarle mis problemas es algo que evito porque no quiero causarles dolor, tristezas o angustia. Pero cuando por fin les digo lo que me ocurre, siento que una gran carga se va y siempre cuento con sus consejos sabios, con sus manos para levantarme y sostenerme y sobre todo con su amor.

Pero hay noticias mejores que esas hoy, tenemos a Dios en quien siempre, SIEMPRE podemos confiar, Él no nos va a decepcionar. Como sus hijos debemos tener plena confianza en Él. Como dice el Salmo 33 Él es nuestro socorro en tiempos de angustia y es nuestro escudo en tiempos difíciles. Nuestro Dios nunca nos dejará, nuestra confianza debe estar centrada en Él, nuestro Gran Yo Soy conoce todo de nosotros. Pero, nosotros debemos tener la plena confianza de hablarle, decirle, pedirle y clamar ante Él por todo. Su mano está extendida para levantarte y sostenerte siempre.

Cierto es que, cuando nuestra confianza esta depositada y centrada en Dios en medio de toda circunstancia, en medio del dolor, de la angustia, de la pobreza, de la necesidad nuestro corazón se regocija. Porque hemos reconocido que el Poderoso de Israel es nuestro sustento, nuestra alegría, nuestra riqueza y nuestra gran verdad. No tenemos porque temer porque nuestra confianza esta en Él.

La Biblia nos muestra ejemplos claros y hermosos de lo que lo que es confiar en Dios:

1. El Salmo 37:5 nos dice “Encomienda a Jehová tu camino y confía en Él y Él hará. Deposita tu vida en Jehová y rinde tu vida a Él. Cada paso que des, cada cosa que desees hacer y lo que piensas es bueno para ti ponlo en las manos de Dios, encomienda todo a Él y Él hará conforme a su propósito en tu vida.

2. Salmo 40: 4 Bienaventurado el hombre que puso á Jehová por su confianza, Y no mira á los soberbios, ni á los que declinan a la mentira. Nuevamente, nos insta la palabra de Dios a poner nuestra confianza en Dios y no en los hombres. El hombre falla pero Dios es fiel y su misericordia es eterna.

3. Proverbios 3: 26 Porque Jehová será tu confianza, Y él preservará tu pie de ser preso. Sí Jehová es y será nuestra confianza en todo tiempo y en todo lugar y nos cuidará de todo aquello que pueda causarnos daño.

4. Proverbios 16: 20 El que está atento a la palabra encontrará la dicha, y ¡feliz el que confía en el Señor!
¡Gloria a Dios! Consejo hermoso y una gran verdad, la lectura diaria de la Palabra de Dios nos dará las herramientas necesarias para vivir en el propósito de Dios y como consecuencia encontraremos la dicha y seremos felices porque nuestra confianza está en el Señor.

5. Jeremías 17: 5-8 (5) Así habla el Señor: ¡Maldito el hombre que confía en el hombre y busca su apoyo en la carne, mientras su corazón se aparta del Señor! (6) Él es como un matorral en la estepa que no ve llegar la felicidad; habita en la aridez del desierto, en una tierra salobre e inhóspita. (7) ¡Bendito el hombre que confía en el Señor y en él tiene puesta su confianza! (8) Él es como un árbol plantado al borde de las aguas, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme cuando llega el calor y su follaje se mantiene frondoso; no se inquieta en un año de sequía y nunca deja de dar fruto.

Nuestra confianza debe estar puesta en todo momento en nuestro Poderoso Dios. Nada debe apartar nuestra mirada y confianza de Él. La Biblia nos da la clave en lo que respecta a la confianza. El libro de Jeremías en el Capitulo 17 nos da la llave de la confianza: ¡Maldito el hombre que confía en el hombre y busca su apoyo en la carne, mientras su corazón se aparta del Señor!, si ponemos nuestra confianza en el hombre y nos olvidamos y alejamos de Dios, nada podrá salirnos bien y tendremos grandes decepciones. Pero, el versículo 7 nos da la gran esperanza de Dios para nuestras vidas, ¡Bendito el hombre que confía en el Señor y en Él tiene puesta su confianza!, pase lo que pase, vengan fuertes vientos, vengan tormentas, vengan temblores y terremotos, nuestras raíces espirituales se extenderán hasta el Reino de Dios y no temeremos a nada porque nuestra confianza esta puesta en el Rey Poderoso y Majestuoso, nuestro Dios. No temas ni desmayes, no desesperes, pon tu confianza en Jehová, Él está atento a ti y su mano esta extendida para levantarte, sostenerte y colocarte en lugar de honra.

¡Seas Poderosamente Bendecido!
Por: Debbie E. Portalatín Rosario

jueves, 19 de noviembre de 2009

Su Nombre es Admirable



"Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz" Isaías 9:6


La época navideña sin lugar a dudas es la época del año en la cual nuestros corazones se unen en agradecimiento y alegría por el hermoso regalo que un día nos hizo nuestro Padre Celestial. Fue en un humilde pesebre donde comenzó el cumplimiento de esta hermosa profecía escrita por el profeta Isaías. Nació el niño, Aquel enviado por el Padre a salvar y restaurar un pueblo sin esperanza.

Los pastores guiados por la estrella llegaron hasta el lugar, se postraron y le adoraron sabiendo que se encontraban frente a un Rey. Me puedo imaginar el hermoso retrato del niño envuelto en la paja junto a José y María sus padres terrenales. De la misma manera me puedo imaginar, hasta inclusive sentir la paz que rodeaba aquel lugar, esa paz que sólo el Príncipe de Paz puede dar.

En esta navidad, aún cuando las circunstancias alrededor nuestro no sean las mejores, les invito a que fijemos nuestra mirada en Aquel Niño, el cual vino a consolar, restaurar y a salvar nuestras vidas. Recibamos y adoremos a ese niño que es el verdadero significado de la navidad, el cual lleva por nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno y Príncipe de Paz.

Ese mismo niño al cual celebramos en esta época que comienza, es el mismo que creció y llevó en la cruz todas nuestras dolencias. Es el Mesías prometido que vino a este mundo a buscar lo que se ha perdido. Deseamos que la luz del Niño Jesús brille y reine en tu corazón y que permanezca por siempre en ti. Dios les bendice.

Por: Enid Damaris Zamora

lunes, 16 de noviembre de 2009

Confianza Plena en Dios

Daniel 6 (Reina-Valera 1960)

1 Pareció bien a Darío constituir sobre el reino ciento veinte sátrapas, que gobernasen en todo el reino.
2 Y sobre ellos tres gobernadores, de los cuales Daniel era uno, a quienes estos sátrapas diesen cuenta, para que el rey no fuese perjudicado.

3 Pero Daniel mismo era superior a estos sátrapas y gobernadores, porque había en él un espíritu superior; y el rey pensó en ponerlo sobre todo el reino.

4 Entonces los gobernadores y sátrapas buscaban ocasión para acusar a Daniel en lo relacionado al reino; mas no podían hallar ocasión alguna o falta, porque él era fiel, y ningún vicio ni falta fue hallado en él.

5 Entonces dijeron aquellos hombres: No hallaremos contra este Daniel ocasión alguna para acusarle, si no la hallamos contra él en relación con la ley de su Dios.

6 Entonces estos gobernadores y sátrapas se juntaron delante del rey, y le dijeron así: !!Rey Darío, para siempre vive!

7 Todos los gobernadores del reino, magistrados, sátrapas, príncipes y capitanes han acordado por consejo que promulgues un edicto real y lo confirmes, que cualquiera que en el espacio de treinta días demande petición de cualquier dios u hombre fuera de ti, oh rey, sea echado en el foso de los leones.

8 Ahora, oh rey, confirma el edicto y fírmalo, para que no pueda ser revocado, conforme a la ley de Media y de Persia, la cual no puede ser abrogada.

9 Firmó, pues, el rey Darío el edicto y la prohibición.

10 Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes.

11 Entonces se juntaron aquellos hombres, y hallaron a Daniel orando y rogando en presencia de su Dios.

12 Fueron luego ante el rey y le hablaron del edicto real: ¿No has confirmado edicto que cualquiera que en el espacio de treinta días pida a cualquier dios u hombre fuera de ti, oh rey, sea echado en el foso de los leones? Respondió el rey diciendo: Verdad es, conforme a la ley de Media y de Persia, la cual no puede ser abrogada.

13 Entonces respondieron y dijeron delante del rey: Daniel, que es de los hijos de los cautivos de Judá, no te respeta a ti, oh rey, ni acata el edicto que confirmaste, sino que tres veces al día hace su petición.

14 Cuando el rey oyó el asunto, le pesó en gran manera, y resolvió librar a Daniel; y hasta la puesta del sol trabajó para librarle.

15 Pero aquellos hombres rodearon al rey y le dijeron: Sepas, oh rey, que es ley de Media y de Persia que ningún edicto u ordenanza que el rey confirme puede ser abrogado.

16 Entonces el rey mandó, y trajeron a Daniel, y le echaron en el foso de los leones. Y el rey dijo a Daniel: El Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, él te libre.

17 Y fue traída una piedra y puesta sobre la puerta del foso, la cual selló el rey con su anillo y con el anillo de sus príncipes, para que el acuerdo acerca de Daniel no se alterase.

18 Luego el rey se fue a su palacio, y se acostó ayuno; ni instrumentos de música fueron traídos delante de él, y se le fue el sueño.

19 El rey, pues, se levantó muy de mañana, y fue apresuradamente al foso de los leones.

20 Y acercándose al foso llamó a voces a Daniel con voz triste, y le dijo: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, ¿te ha podido librar de los leones?

21 Entonces Daniel respondió al rey: Oh rey, vive para siempre.

22 Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo.

23 Entonces se alegró el rey en gran manera a causa de él, y mandó sacar a Daniel del foso; y fue Daniel sacado del foso, y ninguna lesión se halló en él, porque había confiado en su Dios.

24 Y dio orden el rey, y fueron traídos aquellos hombres que habían acusado a Daniel, y fueron echados en el foso de los leones ellos, sus hijos y sus mujeres; y aún no habían llegado al fondo del foso, cuando los leones se apoderaron de ellos y quebraron todos sus huesos.

25 Entonces el rey Darío escribió a todos los pueblos, naciones y lenguas que habitan en toda la tierra: Paz os sea multiplicada.

26 De parte mía es puesta esta ordenanza: Que en todo el dominio de mi reino todos teman y tiemblen ante la presencia del Dios de Daniel; porque él es el Dios viviente y permanece por todos los siglos, y su reino no será jamás destruido, y su dominio perdurará hasta el fin.

27 El salva y libra, y hace señales y maravillas en el cielo y en la tierra; él ha librado a Daniel del poder de los leones.

28 Y este Daniel prosperó durante el reinado de Darío y durante el reinado de Ciro el persa.

Luego de leer esta historia poderosa, ¿Nos podrá quedar duda alguna del poder, la justicia y la fidelidad de nuestro Gran Yo Soy? Me encanta leer historias como ésta, donde Dios se glorifica y muestra su fidelidad por su pueblo aún en medio de la cautividad y el exilio. Siempre he declarado y me encanta repetir una y otra vez que Dios honra a los que le honran.


Daniel fue escogido para ser uno de los gobernantes del reino del rey Darío en Media. Fue escogido junto a dos personas más, pero el mismo rey le dió a Daniel un lugar superior, pues él reconocía que en Daniel moraba un espíritu superior, el Espíritu Santo de nuestro Dios Viviente, el cual cubría a Daniel de sabiduría por cuanto éste era fiel.


La historia completa la hemos podido ver clara en este pasaje, he recalcado algunos versículos claves que a mi entender nos muestran la fidelidad de Dios y cómo él honra a aquellos que le honran. Daniel nunca dejó de clamar a su Dios, nunca se escondió y fue valiente al dar a conocer a todos su fidelidad hacia su Dios. Aún el mismo rey reconoció que el Dios a quien Daniel servía era un Dios que salva y libra, que hacía señales en el cielo y en la tierra y puede librar a sus hijos de todo peligro. Ese mismo Dios hoy día sigue librando, salvando y liberando a todo aquel que le clame, le busque de corazón y sea valiente en reconocer que él es Dios Todopoderoso.


Daniel se encontraba encerrado en un foso con leones , no había manera de salir de allí. Sólo la confianza en un Dios real y verdadero libró a Daniel de una muerte segura. Daniel sabía en dónde estaba puesta su confianza. No sé si tú que lees hoy esta reflexión estés metido en algún foso con algunos leones rondando a tu alrededor, pero deseo decirte que el Dios Todopoderoso que libra y salva está dispuesto a cerrarle la boca a tus leones y sacarte del foso con vida y en victoria.


Sé valiente, así como lo fue Daniel. Honra a tu Dios y dale el lugar que a él le corresponde. Confía y clámale con todo tu corazón. Que todos puedan ver a través de tus ventanas que tu confianza, tus oraciones y tu adoración le pertenecen al Dios que salva y liberta. Los leones pueden tener muchos nombres; divorcio, desempleo, enfermedad, angustia, desolación, etc, etc. Pero nuestro Dios tiene el poder de librarnos de todos ellos. Pon tu confianza en él.


Dios les bendice


Por: Enid Damaris Zamora


domingo, 15 de noviembre de 2009

Eres tú

Filipenses 2: 9-11 (Nueva Versión Internacional)

9 Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo
y le otorgó el nombre
que está sobre todo nombre,
10 para que ante el nombre de Jesús
se doble toda rodilla
en el cielo y en la tierra
y debajo de la tierra,
11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
¡Les saludo en el Poderoso Nombre de Nuestro Rey y Señor!

A través de las Sagradas Escrituras hemos leído y también hemos escuchado todo lo que Dios fue, es y será para nosotros su pueblo. Las maravillas de Dios son innumerables y Él es para nosotros lo más hermoso y sublime que pueda existir. ¡Eres tú Dios el tesoro más grande que tenemos!

Como pueblo de Dios debemos estar concientes y ser entendidos de la revelación del Reino, abrir nuestros ojos espirituales y entender la realidad que vivimos como miembros del cuerpo de Cristo. Iglesia, tenemos una encomienda poderosa en nuestras manos, es hora de posicionarnos como soldados del reino y pelear la buena batalla, Cristo está al frente de nosotros. No hay porque temer, tenemos la Victoria asegurada desde el mismo instante en que Jesús venció la muerte en la Cruz. La Cruz representa una Victoria poderosa y toda autoridad dada por nuestro Salvador.

Hacen días en mi mente, corazón y pensamientos está rondando la frase “Eres tú”, por todo lo que es mi Jesús para mi, es mucho más de lo que hoy pueda yo pensar o imaginar, es lo más hermoso que me ha podido ocurrir. Si tan sólo visualizaras y vieras espiritualmente lo que Dios es para ti, la adoración brotaría de tus labios constantemente y estarías sumergido ante su presencia en todo momento. Hablarías a todos los que te rodean del eterno amor de Dios e invitarías a otros a la Casa de Dios para que tengan lo que tú ya tienes.

Entiende que por tus propias fuerzas no puedes vencer las circunstancias que te rodean, pero con Dios no hay porque temer porque Él destruirá tus enemigos y te dará la victoria. Nuestras fuerzas están depositadas en Cristo Jesús, ¡Él es tu fuerza!

Quiero compartir contigo todo lo que Dios es para mí:
Eres tú Admirable
Eres tú mi Alegría
Eres tú mi Amado Señor
Eres tú mi Más Grande Anhelo
Eres tú mi Confianza
Creador de vida eres tú
Digno eres tú
Escudo Inquebrantable eres tú
Esperanza eterna eres tú
Eres tú mi Felicidad
Eres tú mi Fortaleza
Eres tú mi Fuerza
Eres tú El Gran Yo Soy
Eres tú mi más Grande Amor
Eres tú mi Gozo
Eres tú mi Libertad
Mi melodía eres tú
Eres tú mi Padre Amado
Eres tú Poderoso y Eterno Dios
Eres tú mi Paz
Principio y fin, eres tú
Eres tú mi Respuesta
Eres tú Rey de Reyes
Rey Soberano eres tú
Eres tú Río Eterno que Sacia mi Sed
Eres tú mi Salvador
Eres tú mi Sanador
Santo, Santo, Santo Eres tú
Eres tú mi Seguridad
Eres tú mi Señor
Sublime eres tú
Eres tú mi Sustento
Eres tú mi Todo
Eres tú mi Vida
Vida Eterna eres tú

Dios es todo eso y mucho más para mí y estoy segura que también para ti. Recuerda que Él está listo para luchar tu batalla y en tu espera recuerda que cuando Él extienda su mano todo cambiará a tu favor.

No permitas que tus circunstancias te desenfoquen, recuerda siempre lo que Dios es para ti, su inigualable grandeza y poder. Dios te ha dado libertad, te ha dado su paz y su gozo, te ha hecho heredero de su reino. Día a día puedes sentir su amor, su fidelidad y su poderío. Rinde tu ser completamente a Él y veras cambios radicales y tremendos en tu vida.

¡Tu eres mi Poderoso Rey y el Dios de mi Adoración¡

¡Seas grandemente bendecido en esta nueva semana que hizo el Señor para ti!
Por: Debbie E. Portalatín Rosario

sábado, 14 de noviembre de 2009

Viviendo por Fe




2 Corintios 4:7-18 (Reina-Valera 1960)

Viviendo por la fe

7 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros,
8 que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados;

9 perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos;

10 llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.

11 Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.

12 De manera que la muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida.

13 Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé,(A) nosotros también creemos, por lo cual también hablamos,

14 sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros.

15 Porque todas estas cosas padecemos por amor a vosotros, para que abundando la gracia por medio de muchos, la acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios.

16 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.

17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria;

18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
¡Bendecidos!
Por: Yomarie Rosario

viernes, 13 de noviembre de 2009

Tú eres mi Sustento

Filipenses 4:19 (Reina-Valera 1960)

19 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.




¿Cómo poder vivir en paz y tranquilidad sabiendo que la fuente de ingresos de nuestra familia se nos ha sido quitada? Quizás esta es una pregunta muy común en estos últimos días. Muchos podrían pensar que nunca les podría suceder algo así, hasta que en un abrir y cerrar de ojos reciben la noticia de que hasta hoy les duró su empleo.

Ante una situación como esta, qué debemos decir, qué debemos pensar y cómo debemos reaccionar. Todo esto depende de cuan consciente estemos de quién es el Dios al que le servimos.



Si conocemos bien al Dios en el cual confiamos, a nuestro Jehová Yireh, no deberíamos vivir preocupados y angustiados, aún cuando en nuestra condición de seres humanos podramos sentir incertidumbre. Nuestro Dios es un Dios de provisión y personalmente he experimentado su fidelidad en todo tiempo de mi vida. El Apóstol Pablo vivió una vida de misionero en la cual dependía totalmente de su Dios, pues él sabía que si Dios lo había escogido, él supliría cada una de sus necesidades.



Somos hijos del Gran Yo Soy, y como tales debemos vivir, confiados en que él suplirá todo aquello que nos haga falta pues así él lo ha prometido. Él desea que aprendamos a vivir confiados, que dependamos de él en todo y que no dependamos de nuestras propias fuerzas.



Si estás pasando por una situación en la cual se te ha sido quitado tu fuente de ingreso, te invito a que no temas, a que camines en fe declarando tu victoria. Has tu parte y sigue adelante en busca de nuevas oportunidades y deja que Dios se glorifique en tu vida haciendo él la parte que le corresponde. Quédate quieto, confía, ten fe, adora y clámale con todas tus fuerzas, en realidad Dios desea que tengamos en mente quienes somos y de quién dependemos. Dios te bendice.



Por: Enid Damaris Zamora

jueves, 12 de noviembre de 2009

Exhortación a la Obediencia


Proverbios 3 (Reina-Valera 1960)

1 Hijo mío, no te olvides de mi ley,
Y tu corazón guarde mis mandamientos;

2 Porque largura de días y años de vida
Y paz te aumentarán.

3 Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad;
Atalas a tu cuello,
Escríbelas en la tabla de tu corazón;

4 Y hallarás gracia y buena opinión
Ante los ojos de Dios y de los hombres.

5 Fíate de Jehová de todo tu corazón,
Y no te apoyes en tu propia prudencia.

6 Reconócelo en todos tus caminos,
Y él enderezará tus veredas.

7 No seas sabio en tu propia opinión;
Teme a Jehová, y apártate del mal;

8 Porque será medicina a tu cuerpo,
Y refrigerio para tus huesos.

9 Honra a Jehová con tus bienes,
Y con las primicias de todos tus frutos;

10 Y serán llenos tus graneros con abundancia,
Y tus lagares rebosarán de mosto.

11 No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová,
Ni te fatigues de su corrección;

12 Porque Jehová al que ama castiga,
Como el padre al hijo a quien quiere.

13 Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría,
Y que obtiene la inteligencia;

14 Porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata,
Y sus frutos más que el oro fino.

15 Más preciosa es que las piedras preciosas;
Y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella.

16 Largura de días está en su mano derecha;
En su izquierda, riquezas y honra.

17 Sus caminos son caminos deleitosos,
Y todas sus veredas paz.

18 Ella es árbol de vida a los que de ella echan mano,
Y bienaventurados son los que la retienen.

19 Jehová con sabiduría fundó la tierra;
Afirmó los cielos con inteligencia.

20 Con su ciencia los abismos fueron divididos,
Y destilan rocío los cielos.

21 Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos;
Guarda la ley y el consejo,

22 Y serán vida a tu alma,
Y gracia a tu cuello.

23 Entonces andarás por tu camino confiadamente,
Y tu pie no tropezará.

24 Cuando te acuestes, no tendrás temor,
Sino que te acostarás, y tu sueño será grato.

25 No tendrás temor de pavor repentino,
Ni de la ruina de los impíos cuando viniere,

26 Porque Jehová será tu confianza,
Y él preservará tu pie de quedar preso.

27 No te niegues a hacer el bien a quien es debido,
Cuando tuvieres poder para hacerlo.

28 No digas a tu prójimo: Anda, y vuelve,
Y mañana te daré,
Cuando tienes contigo qué darle.

29 No intentes mal contra tu prójimo
Que habita confiado junto a ti.

30 No tengas pleito con nadie sin razón,
Si no te han hecho agravio.

31 No envidies al hombre injusto,
Ni escojas ninguno de sus caminos.

32 Porque Jehová abomina al perverso;
Mas su comunión íntima es con los justos.

33 La maldición de Jehová está en la casa del impío,
Pero bendecirá la morada de los justos.

34 Ciertamente él escarnecerá a los escarnecedores,
Y a los humildes dará gracia.

35 Los sabios heredarán honra,
Mas los necios llevarán ignominia.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Cántico de Alabanza


Salmos 96 (Reina-Valera 1960)

1 Cantad a Jehová cántico nuevo;
Cantad a Jehová, toda la tierra.

2 Cantad a Jehová, bendecid su nombre;
Anunciad de día en día su salvación.

3 Proclamad entre las naciones su gloria,
En todos los pueblos sus maravillas.

4 Porque grande es Jehová, y digno de suprema alabanza;
Temible sobre todos los dioses.

5 Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos;
Pero Jehová hizo los cielos.

6 Alabanza y magnificencia delante de él;
Poder y gloria en su santuario.

7 Tributad a Jehová, oh familias de los pueblos,
Dad a Jehová la gloria y el poder.

8 Dad a Jehová la honra debida a su nombre;
Traed ofrendas, y venid a sus atrios.

9 Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad;
Temed delante de él, toda la tierra.

10 Decid entre las naciones: Jehová reina.
También afirmó el mundo, no será conmovido;
Juzgará a los pueblos en justicia.

11 Alégrense los cielos, y gócese la tierra;
Brame el mar y su plenitud.

12 Regocíjese el campo, y todo lo que en él está;
Entonces todos los árboles del bosque rebosarán de contento,

13 Delante de Jehová que vino;
Porque vino a juzgar la tierra.
Juzgará al mundo con justicia,
Y a los pueblos con su verdad.


martes, 10 de noviembre de 2009

Alabanzas por las Bendiciones de Dios


Salmos 103 (Reina-Valera 1960)

1 Bendice, alma mía, a Jehová,
Y bendiga todo mi ser su santo nombre.

2 Bendice, alma mía, a Jehová,
Y no olvides ninguno de sus beneficios.

3 El es quien perdona todas tus iniquidades,
El que sana todas tus dolencias;

4 El que rescata del hoyo tu vida,
El que te corona de favores y misericordias;

5 El que sacia de bien tu boca
De modo que te rejuvenezcas como el águila.

6 Jehová es el que hace justicia
Y derecho a todos los que padecen violencia.

7 Sus caminos notificó a Moisés,
Y a los hijos de Israel sus obras.

8 Misericordioso y clemente es Jehová;(A)
Lento para la ira, y grande en misericordia.

9 No contenderá para siempre,
Ni para siempre guardará el enojo.

10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades,
Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.

11 Porque como la altura de los cielos sobre la tierra,
Engrandeció su misericordia sobre los que le temen.

12 Cuanto está lejos el oriente del occidente,
Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.

13 Como el padre se compadece de los hijos,
Se compadece Jehová de los que le temen.

14 Porque él conoce nuestra condición;
Se acuerda de que somos polvo.

15 El hombre, como la hierba son sus días;
Florece como la flor del campo,

16 Que pasó el viento por ella, y pereció,
Y su lugar no la conocerá más.

17 Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen,
Y su justicia sobre los hijos de los hijos;

18 Sobre los que guardan su pacto,
Y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.

19 Jehová estableció en los cielos su trono,
Y su reino domina sobre todos.

20 Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles,
Poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra,
Obedeciendo a la voz de su precepto.

21 Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos,
Ministros suyos, que hacéis su voluntad.

22 Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras,
En todos los lugares de su señorío.
Bendice, alma mía, a Jehová.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Cielo Nuevo y Tierra Nueva


Apocalipsis 21:1-4 (Reina-Valera 1960)

1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. 2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. 3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. 4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.


¡Que hermosa Promesa de Dios! Un cielo y una nueva tierra para todos sus hijos. Brevemente te quiero decir que no importa lo que pase a tu alrededor no debes permitir que nada ni nadie te robe las hermosas promesas que Nuestro Señor tiene para ti, Dios nunca falla en cada una de ellas y a mí me enorgullece ser hija de Dios y coheredera de su Reino.


Cada día que me levanto puedo ver como mi vida ha sido transformada por el simple hecho de entender y aceptar que estaba viviendo una vida desenfocada y vacía, por no tenerlo a Él como el centro de ella. He visto que desde que tomé la gran decisión de seguir al Señor, mi vida a tomado un giro totalmente distinto. Mi corazón se siente en Victoria, porque sé, que cuento con el más Grande, con el Rey de Reyes y Señor de Señores, el que nunca me fallará y siempre estará fielmente a mi lado.


No desperdicies la gran oportunidad que Dios nos da, se valiente, extiende tu mano y agarra tu bendición, no dejes que se te escape. Recuerda que Dios está esperando este momento para entrar a tu vida, abrazarte con su infinito amor y misericordia y mostrarte todo lo hermoso que tiene para ti.

¡Que tengan una semana Victoriosa!
Bendecidos
Por: Yomarie Rosario

domingo, 8 de noviembre de 2009

Alabanza por la Justicia de Dios


Salmos 98 (Reina-Valera 1960)

1 Cantad a Jehová cántico nuevo,
Porque ha hecho maravillas;
Su diestra lo ha salvado, y su santo brazo.

2 Jehová ha hecho notoria su salvación;
A vista de las naciones ha descubierto su justicia.

3 Se ha acordado de su misericordia y de su verdad para con la casa de Israel;
Todos los términos de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios.

4 Cantad alegres a Jehová, toda la tierra;
Levantad la voz, y aplaudid, y cantad salmos.

5 Cantad salmos a Jehová con arpa;
Con arpa y voz de cántico.

6 Aclamad con trompetas y sonidos de bocina,
Delante del rey Jehová.

7 Brame el mar y su plenitud,
El mundo y los que en él habitan;

8 Los ríos batan las manos,
Los montes todos hagan regocijo

9 Delante de Jehová, porque vino a juzgar la tierra.
Juzgará al mundo con justicia,
Y a los pueblos con rectitud.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Gracias Jehová Por tu Misericordia




Salmos 118 (Reina-Valera 1960)


1 Alabad a Jehová, porque él es bueno;
Porque para siempre es su misericordia.


2 Diga ahora Israel,
Que para siempre es su misericordia.


3 Diga ahora la casa de Aarón,
Que para siempre es su misericordia.


4 Digan ahora los que temen a Jehová,
Que para siempre es su misericordia.


5 Desde la angustia invoqué a JAH,
Y me respondió JAH, poniéndome en lugar espacioso.

6 Jehová está conmigo; no temeré
Lo que me pueda hacer el hombre.


7 Jehová está conmigo entre los que me ayudan;
Por tanto, yo veré mi deseo en los que me aborrecen.

8 Mejor es confiar en Jehová
Que confiar en el hombre.

9 Mejor es confiar en Jehová
Que confiar en príncipes.

10 Todas las naciones me rodearon;
Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.

11 Me rodearon y me asediaron;
Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.

12 Me rodearon como abejas; se enardecieron como fuego de espinos;
Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.

13 Me empujaste con violencia para que cayese,
Pero me ayudó Jehová.

14 Mi fortaleza y mi cántico es JAH,
Y él me ha sido por salvación.

15 Voz de júbilo y de salvación hay en las tiendas de los justos;
La diestra de Jehová hace proezas.

16 La diestra de Jehová es sublime;
La diestra de Jehová hace valentías.

17 No moriré, sino que viviré,
Y contaré las obras de JAH.

18 Me castigó gravemente JAH,
Mas no me entregó a la muerte.

19 Abridme las puertas de la justicia;
Entraré por ellas, alabaré a JAH.

20 Esta es puerta de Jehová;
Por ella entrarán los justos.

21 Te alabaré porque me has oído,
Y me fuiste por salvación.

22 La piedra que desecharon los edificadores
Ha venido a ser cabeza del ángulo.

23 De parte de Jehová es esto,
Y es cosa maravillosa a nuestros ojos.

24 Este es el día que hizo Jehová;
Nos gozaremos y alegraremos en él.

25 Oh Jehová, sálvanos ahora, te ruego;
Te ruego, oh Jehová, que nos hagas prosperar ahora.

26 Bendito el que viene en el nombre de Jehová;
Desde la casa de Jehová os bendecimos.

27 Jehová es Dios, y nos ha dado luz;
Atad víctimas con cuerdas a los cuernos del altar.

28 Mi Dios eres tú, y te alabaré;
Dios mío, te exaltaré.

29 Alabad a Jehová, porque él es bueno;
Porque para siempre es su misericordia.

viernes, 6 de noviembre de 2009

En el Silencio


Salmo 37:3-7 (NVI)
Confía en el Señor y haz el bien, establécete la tierra y mantente fiel. Deléitate en el Señor, y el te concederá los deseos de tu corazón. Encomienda al Señor tu camino, confía en Él y Él actuará. Hará que tu justicia resplandezca como el alba; tu justa causa, como el sol de mediodía. Guarda silencio ante el Señor, y espera en Él con paciencia;


A pocas personas les gusta el silencio. Buscamos estar siempre acompañados, escuchar música con volumen alto y hasta encendemos el televisor para no sentirse solos. Sin embargo, estar en silencio es una experiencia hermosa que te llevará a reflexionar, meditar e intimar con Dios.

Vivimos en un constante mover. Siempre tenemos algo que hacer. De hecho en la mañana de un nuevo día ya estamos pensando en lo que haremos al día siguiente. Sin detenernos a pensar, ¿Qué tiene Dios para mi hoy? ¿Cuál es el propósito de Dios para mi vida hoy? Vivimos una vida tan agitada, que difícilmente guardamos tiempo para estar en el silencio con Dios. No sacamos tiempo para estar en silencio, para poder escuchar la voz de Dios.

Sí, tiempo a solas y en total silencio para escuchar la voz del Gran Yo Soy. Tenemos que aprender a callar, a estar en el silencio para poder escuchar la voz de nuestro Creador. Se que tenemos muchas cosas que hacer, que nadie las puede hacer por nosotros, que si nos detenemos por un instante puede que todo se descomponga y se vuelva un caos en tu vida. Pero se también que son temores que vienen sin siquiera intentar lo que hoy te propongo, estar a solas, en el silencio para escuchar la voz de Dios.

A Dios no le podemos esconder nada, no podemos mentirle y mucho menos engañarle. Él nos conoce, somos la niña de sus ojos, así que si a alguien tú le importas es a Dios, el Salmista hoy nos dice que confiemos en Él y hagamos el bien. No importa el daño que te han hecho, no importa el dolor que te hayan causado, haz el bien, no busques venganza, no quieras tomar represarías o hacer daño a quien marcó negativamente tu vida. Nuestro Señor sabe por lo que hoy estas pasando, sabe tus necesidades y conoce tu dolor. La palabra de Dios te dice hoy que confíes en Él, que te establezcan en la tierra que Él te ha dado y que te mantengas fiel. “Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas los librará el Señor” (Salmo 34:19), todas las circunstancias que hoy puedas tener o estar pasando, te acercarán más a Dios, probarán tu fe y te llevarán a un nuevo nivel. Difícil entender en la mayoría de las ocasiones porque sufrimos o porque tenemos circunstancias que nos estremecen pero sabes, en todo hay propósito. Dios conoce todo lo que hoy sucede y te dice “Guarda silencio ante el Señor, y espera en Él con paciencia” (Salmo 37:7). El momento de tu victoria esta cerca, pero necesitas tiempo para estar en el silencio, Dios conoce tu necesidad, calla ante Él y escucha su voz.

Detente, toma tiempo para estar en el silencio. Entiende que necesitas tiempo para estar a solas con Dios. Necesitas tiempo para hablarle desde lo más profundo de tu corazón, para desnudar tu alma ante Él y adorarle en espíritu y verdad. Te darás cuenta que todo comenzará a cambiar, escucharás su voz en lo mas intimo de tu ser y sentirás su paz.

Estar en silencio te permite entender todo lo que te rodea, podrás observar desde los ojos de Dios, podrás escuchar y ver la necesidad que vive tu país, tu cuidad, tu pueblo, tu comunidad, tu iglesia y tus hermanos. Estar en el silencio te permitirá entender el propósito de Dios para tu vida.

El afán del diario vivir te agobia y te aleja sin querer del propósito de Dios para ti. Toma tiempo para estar en el silencio con Dios. Este ejercicio permitirá que tus fuerzas sean renovadas y que tu espíritu este dispuesto en todo tiempo y en todo lugar para escuchar la voz de Dios.

Estar a solas con Dios, es un tiempo que no podrás igualar con ningún otro. Es una experiencia maravillosa que te acercará más a tu Creador, renovará tus fuerzas y te llevará a lugares altos. Comienza hoy, tu tiempo a solas con Dios, quédate en silencio. Él conoce tu corazón, tus peticiones y tu necesidad, así que guarda silencio ante el Señor, espera en Él con paciencia y escucha su voz. ¡Disfruta del silencio acompañado del Gran Yo Soy, Nuestro Creador, Rey y Señor!

¡Bendecidos!
Por: Débora E. Portalatín Rosario

jueves, 5 de noviembre de 2009

El Incomparable Dios de Israel


Isaías 40:12-31 (Reina-Valera 1960)

12 ¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza y con pesas los collados?

13 ¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole?

14 ¿A quién pidió consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, o le enseñó ciencia, o le mostró la senda de la prudencia?

15 He aquí que las naciones le son como la gota de agua que cae del cubo, y como menudo polvo en las balanzas le son estimadas; he aquí que hace desaparecer las islas como polvo.

16 Ni el Líbano bastará para el fuego, ni todos sus animales para el sacrificio.

17 Como nada son todas las naciones delante de él; y en su comparación serán estimadas en menos que nada, y que lo que no es.

18 ¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o qué imagen le compondréis?

19 El artífice prepara la imagen de talla, el platero le extiende el oro y le funde cadenas de plata.

20 El pobre escoge, para ofrecerle, madera que no se apolille; se busca un maestro sabio, que le haga una imagen de talla que no se mueva.

21 ¿No sabéis? ¿No habéis oído? ¿Nunca os lo han dicho desde el principio? ¿No habéis sido enseñados desde que la tierra se fundó?

22 El está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar.

23 El convierte en nada a los poderosos, y a los que gobiernan la tierra hace como cosa vana.

24 Como si nunca hubieran sido plantados, como si nunca hubieran sido sembrados, como si nunca su tronco hubiera tenido raíz en la tierra; tan pronto como sopla en ellos se secan, y el torbellino los lleva como hojarasca.

25 ¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? dice el Santo.

26 Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio.

27 ¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas tú, Israel: Mi camino está escondido de Jehová, y de mi Dios pasó mi juicio?

28 ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.

29 El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.

30 Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen;

31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Acción de Gracias por el Favor de Jehová


Salmos 138 (Reina-Valera 1960)

1 Te alabaré con todo mi corazón;
Delante de los dioses te cantaré salmos.

2 Me postraré hacia tu santo templo,
Y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad;
Porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas.


3 El día que clamé, me respondiste;
Me fortaleciste con vigor en mi alma.


4 Te alabarán, oh Jehová, todos los reyes de la tierra,
Porque han oído los dichos de tu boca.


5 Y cantarán de los caminos de Jehová,
Porque la gloria de Jehová es grande.


6 Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde,
Mas al altivo mira de lejos.


7 Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás;
Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano,
Y me salvará tu diestra.


8 Jehová cumplirá su propósito en mí;
Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre;
No desampares la obra de tus manos.

martes, 3 de noviembre de 2009

En Su Presencia Hay Plenitud de Gozo


Lucas 10:38-42 (Reina-Valera 1960)
38 Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. 39 Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. 40 Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. 41 Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. 42 Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.


Salmos 16:11 (Reina-Valera 1960)
11 Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre.

El afán, el trajín diario, las preocupaciones, los deberes obligatorios de la vida cotidiana y un sin número más de circunstancias en muchas ocasiones pudieran desenfocarnos de lo que realmente tiene valor y sentido en nuestras vidas. Este pasaje de hoy lo podríamos aplicar a muchas áreas de nuestra vida, pues la enseñanza que nos brinda es una manera de abrir nuestros ojos espirituales para poder discernir y ver si realmente le estamos dando a Jesús la prioridad que él merece en nuestras vidas.

Fijémonos que en este pasaje de Lucas, Marta y María reciben a Jesús en su casa. Me imagino la emoción que tendrían de tener al Maestro sentado en su sala enseñándoles. Pero una de ellas afanada por servir o atender en lo material al Maestro, (y pudiera interpretar que lo que anhelaba su corazón era ser hospitalaria y atenderle como solemos atender a nuestras visitas, pero en este caso tratándose de un visitante tan especial, imagino que Marta se encontraba muy afanada y desesperada por brindarle lo mejor al Maestro) pierde su enfoque tratando de servir y agradar, olvidándose de que estaba frente a la presencia del Señor y que lo que éste deseaba más allá que ella le sirviera en lo material era que disfrutara estar ante Su presencia y le escuchara.

Muchas veces en nuestras vidas espirituales sin darnos cuenta y sin querer, nos sucede lo mismo. Nos afanamos trabajando en la obra del Señor, haciendo mil cosas hasta el punto de que sin darnos cuenta se nos olvida lo más importante, nuestra relación íntima con el Señor. No quiero que me mal interpreten, sí es bueno trabajar para el Señor, sí es bueno participar en las actividades de la iglesia, sí es bueno compartir con nuestro hermanos en la fe, pues todo esto es parte de lo que el Señor desea que hagamos por su obra. Pero las actividades que hagamos en el nombre de Jesús, para su iglesia y su obra, nunca deben reemplazar el tiempo de adoración y comunión con él. No basta sólo con participar del culto en la iglesia, Jesús desea intimar con nosotros y en medio de nuestro trajín diario debemos hacer un alto y entrar ante su presencia. No debe de haber nada más importante en la vida de un cristiano que pasar tiempo ante la presencia del Señor. Él desea que además de pedirle que reine y more en nuestro corazón, nos sentemos a sus pies así como lo hizo María y podamos disfrutar de la plenitud de gozo que hay al estar ante su presencia.

He escuchado muchos testimonios y anécdotas de líderes que han pasado por estas circunstancias, no estamos exentos, pues en nuestro furor, en nuestro celo por darle a nuestro Dios lo mejor pudiéramos llegar al punto de quizás no dejar de intimar con el Señor, pero quizás sí de restarle al tiempo que él merece. Ciertamente la mies es mucha y pocos los obreros dice su Palabra y el trabajo hay que hacerlo, pero mantengámonos enfocados primeramente en entrar ante la presencia de nuestro Señor y luego en el resto del trabajo. Dios conoce nuestras circunstancias y él conoce nuestros afanes y trajines, pero lo más hermoso es que también conoce nuestros corazones.

Sirvamos en nuestras iglesias con alegría, hagamos el trabajo que Dios haya puesto en nuestras manos hacer, pero estemos pendientes de no desenfocarnos y olvidarnos que Jesús está ahí mirándonos y esperando que le prestemos atención. Démosle a él las primicias de nuestro tiempo cada día y aún en medio del afán del día, mantengamos nuestra mente y pensamientos conectados con él. ¡En tu presencia Señor hay plenitud de gozo!


Dios les bendice.
Enid Damaris Zamora

lunes, 2 de noviembre de 2009

Isaías 52

Isaías 52 (Reina-Valera 1960)

1 Despierta, despierta, vístete de poder, oh Sion; vístete tu ropa hermosa, oh Jerusalén, ciudad santa; porque nunca más vendrá a ti incircunciso ni inmundo.


2 Sacúdete del polvo; levántate y siéntate, Jerusalén; suelta las ataduras de tu cuello, cautiva hija de Sion.

3 Porque así dice Jehová: De balde fuisteis vendidos; por tanto, sin dinero seréis rescatados.

4 Porque así dijo Jehová el Señor: Mi pueblo descendió a Egipto en tiempo pasado, para morar allá, y el asirio lo cautivó sin razón.

5 Y ahora ¿qué hago aquí, dice Jehová, ya que mi pueblo es llevado injustamente? Y los que en él se enseñorean, lo hacen aullar, dice Jehová, y continuamente es blasfemado mi nombre todo el día.

6 Por tanto, mi pueblo sabrá mi nombre por esta causa en aquel día; porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente.

7 !!Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: !!Tu Dios reina!

8 !!Voz de tus atalayas! Alzarán la voz, juntamente darán voces de júbilo; porque ojo a ojo verán que Jehová vuelve a traer a Sion.

9 Cantad alabanzas, alegraos juntamente, soledades de Jerusalén; porque Jehová ha consolado a su pueblo, a Jerusalén ha redimido.

10 Jehová desnudó su santo brazo ante los ojos de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación del Dios nuestro.

11 Apartaos, apartaos, salid de ahí, no toquéis cosa inmunda; salid de en medio de ella; purificaos los que lleváis los utensilios de Jehová.

12 Porque no saldréis apresurados, ni iréis huyendo; porque Jehová irá delante de vosotros, y os congregará el Dios de Israel.

13 He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto.
14 Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres,

15 así asombrará él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Misericordia Incomparable

Isaías 55 (Reina-Valera 1960)

1 A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.
2 ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura.

3 Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.

4 He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones.

5 He aquí, llamarás a gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán a ti, por causa de Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado.

6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.

7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.

8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.

9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.

10 Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come,

11 así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.

12 Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso.

13 En lugar de la zarza crecerá ciprés, y en lugar de la ortiga crecerá arrayán; y será a Jehová por nombre, por señal eterna que nunca será raída.




Palabra de vida, promesas de esperanza, Palabra poderosa la de este pasaje. Lee, medita e internaliza lo que hoy Dios te dice a través de esta Palabra la cual está clara y directa a tu corazón. El Señor hace un llamado a buscarle tanto pueda ser hallado, a buscar su rostro y rendir el corazón a él. Nuestro Dios es grande en misericordia y amplio en perdonar nuestra iniquidad. Mis palabras son cortas, no hay mucho que abundar; el pasaje habla claro y preciso. Te invito a que lo leas las veces que sea necesario y lo hagas tuyo y que puedas ser partícipe de la misericordia gratuita que nuestro Dios tiene hoy para ti. Bendecidos.


Enid Damaris Zamora